El nivel de las aguas del lago Enriquillo sigue bajando
Desde su nivel más alto en el 2013 sigue bajando lentamente
Un paisaje surreal ha dejado la subida del nivel de las aguas de lago Enriquillo, donde miles de tareas quedaron sumergidas bajo las aguas hipersalinas del cuerpo de agua más grande de la isla y Las Antillas.
Forma parte de la Reserva de la Biósfera Jaragua-Bahoruco-Enriquillo, por su importancia para la biodiversidad de la región.
Cientos de aves hacen de sus aguas y riberas su hábitat, además de ser el más importante refugio para cocodrilos y las iguanas endémicas.
Sin embargo, desde principios de la década pasada el lago Enriquillo empezó a aumentar su volumen de agua.
Este es un lago endorreico, lo que quiere decir que la salida de agua es solo por evaporación, aumentando significativamente el nivel del agua hasta alcanzar un máximo histórico en 2013, cerca de 17 metros.
El promedio del nivel de la superficie oscila entre los 40 y 50 metros bajo el nivel del mar, otro record regional para el lago. Tanto solo del 2011 al 2013 pasó de -27.5 metros bajo el nivel del mar a -25 metros, aumentado su área de 265 km2 a más de 350 km2.
Cientos de productores agropecuarios vieron hundirse su modo de subsistencia y hacer desaparecer parte de la carretera a inmediaciones de Las Baitoas al sur y de Boca de Cachón al Norte, pueblo que tuvo que ser reubicado completamente en 2014.
En enero de 2016, el climatólogo y profesor de la Universidad de Puerto Rico Méndez-Tejeda y varios investigadores de la UASD publicaron un artículo en la revista científica Applied Ecology and Environmental Sciences, titulado “Variación climática y sus efectos en el incremento del nivel del Lago Enriquillo en la República Dominicana, 2000-2013”.
La hipótesis a la que han llegado es que el Lago Enriquillo no sólo se nutre del agua de lluvia, sino que tiene afluentes superficiales que cambian su condición.
El año con la mayor precipitación fue 1964 (huracán Cleo), cuando cayeron 1382.1 mm de lluvia y aumentaron el nivel a -30 metros. Después de este evento, se produjo otro pico en 1979 con la llegada de los huracanes David y Frederick. El huracán Georges (1998), produjo una precipitación de 865,4 mm.
En la animación anterior se puede ver como el lago responde a algunos fenómenos atmosféricos y el nivel de la superficie.
En 2007, las tormentas tropicales Noel y Olga dejaron una precipitación de 1084.2 mm, causando un aumento en el nivel del lago en los años siguientes, entre otros fenómenos.
Esta expansión podría atribuirse a los efectos identificados por las influencias reguladoras o los Centros Reguladores del Clima del Caribe (CRCC) como la Oscilación del Atlántico Norte, El Niño o los vientos alisios.
Por consiguiente, la salinidad del lago Enriquillo varía según los ciclos anuales y estacionales de aridez y humedad representados por las tormentas. En los últimos años, se registraron más de 100 niveles distintos de salinidad durante los períodos de disminución del nivel de agua superficial, con salinidad por debajo del 35 % durante los períodos de alto nivel superficial del lago, explica el informe.
En la siguiente imagen de 360 grados se puede ver como el lago ha bajado a inmediaciones de las Baitoas.
Un factor analizado es el río Yaque del Sur, que presenta un importante proceso de erosión que arrastra cantidades inmensas de sedimentos que contribuyen al aumento en el nivel de la Laguna de Cabral y, por lo tanto, del Lago Enriquillo. Otro factor importante a considerar es el cambio de uso y cobertura de la tierra en zonas alrededor del lago, lo que ha contribuido en gran medida a la creciente tasa de escorrentía, por lo tanto, a los efectos de arrastre de sedimentos.
La expansión y reducción de las aguas del lago Enriquillo es una oscilación cíclica natural generada por eventos hidrometeorológicos, está relacionada con la variabilidad climática de la República Dominicana, y de la región del Caribe, concluyeron.
Desde el 2013 el lago ha perdido cerca de dos metros de altura, retirándose en algunos lugares cientos de metros. Los troncos de arboles muertos presentan una especie de costras minerales, hasta donde el agua subió.
Algunos carboneros aprovechan los árboles muertos, de bayahonda y cambrón principalmente, para hacer carbón vegetal, aunque de forma ilegal por ser un área protegida. Solo dejan los tocones, donde la guasabara es la primera en resurgir del terreno salino.
Muchos de los productores que habían perdido sus tierras, están volviendo al ritmo de las aguas. Mientras estas tierras poco a poco van perdiendo salinidad, el ganado y algunas siembras son visibles, dando un poco de esperanza a esta empobrecida zona, esperando que el lago no reclame lo suyo de nuevo.
Guatemalteco con estudios en Ciencias de la Comunicación y amplia experiencia en el campo visual y multimedia. Ha trabajado para varios medios de comunicación en Guatemala y República Dominicana, y sus fotografías han aparecido en importantes publicaciones en diferentes partes del mundo.