Dominicano participa en proyecto en Puerto Rico para provocar lluvias y enfrentar épocas de sequía
SANTO DOMINGO. El doctor Rafael Méndez Tejeda es un climatólogo dominicano y profesor de Física en la Universidad de Puerto Rico que forma parte de un proyecto de investigación que busca manipular el clima para provocar lluvias de manera sostenible. Aunque la siembra de nubes -como se conoce- se ha logrado con anterioridad, la meta es usar tecnologías avanzadas para enfrentar periodos de sequía similares al actual.
Diario Libre conversó con Méndez por la vía telefónica para entender mejor un proyecto de este tipo.
P. ¿Es la primera vez que se hace un proyecto de siembra de nubes en el Caribe?
R. En República Dominicana me parece que en el año 98 se hizo siembra de nubes en una sequía que hubo en los años 90-97. Se había hecho también en los años 60. Hay una compañía contratada por el Gobierno (de Puerto Rico) que ha comenzado un proceso de siembra de nubes o, como yo le llamo, modificación climática o estimulación de nubes. Lo que se hace es que se inyectan unas sales a la nube y la nube entonces precipita, pero debe haber nubes, y que esas nubes tengan probabilidades de precipitación. Por eso es que el proyecto no tiene una fiabilidad cien por ciento. Estoy en el posible proyecto porque el presidente de la universidad me lo ha pedido, pero la probabilidad de que haya lluvia produciendo con este método hasta ahora se ha demostrado que es muy baja.
P. ¿Qué resultados se logró en República Dominicana en esas fechas que señala?
R. Fue muy bajo, no mayor de un 15 a 10 por ciento de precipitación.
P. ¿Por qué no se ha seguido haciendo?
R. Es un proceso que sale muy costoso y muy incierto. En ninguna parte en el trópico, a nivel mundial, se ha desarrollado un proyecto de esta índole a largo plazo. Ha habido resultados relativamente aceptables para los que manejan esta técnica en continentes, en grandes extensiones de terreno. El problema es que estamos en el Caribe y las extensiones de terreno nuestras son pocas, y el tipo de nube es de una base muy estrecha, no cubre grandes extensiones. Por eso la probabilidad de que este proyecto tenga éxito es mucho más baja.
Otra variable que hace más interesante el proyecto en el Caribe es la presencia de polvo del Sahara. Sería una novedad. Pero esto no es la solución al manejo del problema de sequía que tiene ahora mismo Puerto Rico.
P. ¿En Puerto Rico se ha hecho antes un proyecto similar?
R. Se ha hecho en los años 60 y también en los 80, con éxito relativamente bajo, pero no había presencia de polvo del Sahara.
P. ¿Y qué buscan hacer diferente ahora?
R. Se están usando otros tipos de sustancias, las técnicas son mucho más modernas, en el sentido de que ahora tenemos satélites y podemos detectar mejor los diferentes tipos de nubes.
P. ¿Hay alguna diferencia entre la lluvia “artificial” y la natural?
R. No, la lluvia debe tener los mismos componentes, porque por ejemplo, los componentes que se usan para una lluvia artificial son yoduro de plata, que hasta ahora no tengo evidencia científica de que cause problemas, y el cloruro de sodio, y el otro es hielo seco que no es más que dióxido de carbono. En el caso del cloruro de sodio (sal común), es el que yo favorecería más.
P. ¿Este proyecto generaría lluvias que, por ejemplo, puedan elevar el caudal de un río y disminuir una sequía?
R. Creo que no. Estoy en el proyecto pero soy uno de los escépticos. Vamos a hacer un experimento, y si supiéramos los resultados no lo hiciéramos.
P. Pero las veces que se ha logrado hacer esto, ¿con qué tipo de lluvias se puede comparar?
R. Con las lluvias que llaman convectivas, una lluvia que ocurre en la tarde, que te comienza a las 2 de la tarde y a las 3 o 4 de la tarde se ha inundado la ciudad. Una vez se bombardean las nubes, en las próximas horas debe haber precipitación. E incluso, uno de los problemas que podríamos tener es que bombardeemos una nube en Puerto Rico y la precipitación se desplace al este de la República Dominicana.
P. ¿Cuánto tiempo toma sembrar nubes?
R. Una incursión tardaría aproximadamente de dos a tres horas.
P. ¿Y cuánto durará llevar a ejecución la investigación?
R. Un mínimo de tres a cinco años.
P. ¿A qué costo?
R. No tenemos un número específico pero es millones de dólares.
P. Usted dice que ésta no es la solución a la sequía. ¿Cuál sería entonces, tanto para Puerto Rico como para República Dominicana?
R. Educar a la población de que el agua es importante, que es un bien que va a escasear, que vamos a tener sequías más frecuentes, y mantener las presas limpias, evitando que las cuencas de las presas se llenen de construcciones, por lo tanto cuando llueva no llegue tanto sedimento a la presa. Otra opción es palear la crisis con algunos pozos de agua subterránea, sin que los acuíferos lleguen a agotarse.
P. ¿Algún país está provocando artificialmente lluvias?
R. El último país que tenemos datos que lo ha usado con cierto resultado fue Chile. Las condiciones climáticas bajo las cuales la aplicó fue de condiciones desérticas, además Chile tiene grandes porciones de terreno.
P. De tener éxito el proyecto, ¿invitarían al Gobierno dominicano a sumarse?
R. Si el proyecto se lleva a cabo, tendremos que tener contacto con la Oficina Nacional de Meteorología y con algunos investigadores dominicanos; es por lo menos mi intención.