Correr o caminar en un jardín botánico no tiene precio
Mantener este tipo de jardines suele tener un costo económico muy alto
República Dominicana tiene la dicha de contar con dos jardines botánicos con área suficiente para practicar caminata, correr y otras actividades.
Tanto en Santo Domingo y ahora en Santiago, las personas pueden ejercitarse en ambientes, saludables, seguros, agradables y sostenibles.
Para quien tiene jardín en su casa, entenderá lo trabajoso que puede ser mantenerlo en condiciones aceptables en el largo plazo, imaginémonos que ese jardín sea de varios kilómetros cuadrados.
Si bien es cierto que ambos jardines reciben fondos del estado para su mantenimiento y funcionamiento, los problemas que representan mantener un ecosistema saludable pueden representar grandes cantidades de dinero.
Una prolongada sequía puede amenazar a muchas de las especies de plantas que necesitan cierta cantidad de agua y que debe suplirse de alguna forma.
Por ejemplo, el jardín botánico de Santiago inaugurado en 2018, ha pasado por prolongadas sequías que han amenazado su flora en desarrollo, necesitando comprar cientos de miles de litros de agua para irrigación.
En las últimas dos semanas la lluvia ha sido benevolente y ha permitido el ahorro de RD$100,000 solamente en combustible de camiones y bombas para irrigación.
El mantener un jardín en condiciones es muy atractivo para sesiones fotográficas comerciales, que en el caso del Jardín Botánico de Santo Domingo puede costar RD2,000 y en el de Santiago RD1,000.
Ambos jardines cuentan con presupuestos asignados diferentes, así mismo con políticas de acceso particulares, en el caso de Santo Domingo hay una tarifa de acceso de 9 a.m. a 5 p.m. y en el caso de Santiago es gratuita por el momento.
Diario Libre conversó con el secretario ejecutivo del Consejo del Parque Botánico de Santiago, Neslon Bautista, sobre cómo hacer sostenible este proyecto.
¿Cuál es el propósito del Jardín Botánico?
Los Jardines Botánicos son instituciones creadas con múltiples propósitos, siendo los principales el estudio, la conservación y manejo la flora de una región o país. A esto se suma la investigación científica y la educación como aporte constante a la sociedad.
¿Por qué las personas acuden a estos espacios para ejercitarse?
Por sus características de diversidad y cuidado del paisaje, estos espacios suelen diseñarse de forma tal que resulten atractivos al visitante y son dotados además de condiciones de seguridad tanto para las especies que se conservan como para quienes lo visitan.
Por ello, lo más común es que muchas personas prefieran utilizarlos para recreación, ejercitarse, caminar o simplemente contemplación.
¿Es costoso mantenerlo y cómo obtienen los fondos?
Mantener este tipo de jardines suele tener un costo económico muy alto, por lo cual se estila que en todo el mundo patronatos, voluntariados y universidades acompañen a los Gobiernos en su administración y cuidado. Del mismo modo, los Jardines Botánicos también tienen tarifas por entrada, por servicios particulares como alquiler de espacios o su uso para fotografía comercial.
El caso del Jardín Botánico de Santiago no es distinto, un Patronato compuesto por 9 organizaciones (privadas, estatales y voluntarios) ha impulsado el proyecto durante 15 años, siendo inaugurada su primera etapa en 2018 con un gran aporte del Gobierno en la construcción de su verja perimetral, parte de los terrenos y las vías de acceso. Sin embargo el sector privado y varias fundaciones también han hecho aportes considerables y frecuentes para hacer posible la obra y su sostenibilidad en el tiempo.
El presupuesto asignado por el Gobierno central es de poco más de RD$800,000.00 mensuales, de los cuales la mayor parte se invierte en el pago de los salarios de más de 80 personas que laboran allí, en su mayoría jornaleros y personal de seguridad. A esto se suma los costos por mantener el riego asistido por camiones cisterna (que se incrementa en la sequía), electricidad, los insumos, fertilizantes y combustibles, que hace insuficientes los recursos recibidos.
Haga clic en la siguiente imagen para ver una panorámica 360 grados del Jardín Botánico de Santiago.
¿Y cuánto cuesta mantenerlo mensualmente?
Según el presupuesto básico proyectado para el 2020, "operar el jardín", sin imprevistos ni inversiones adicionales tiene un costo estimado de RD$1.4 millones de pesos al mes, por lo cual los recursos adicionales deben obtenerse de fuentes externas, bien sea por apadrinamientos y donaciones de empresas, personas o servicios voluntarios que suelen ser frecuentemente recibidos (se calcula que entre 2,500 y 3,000 personas prestan ese servicio cada año).
El horario estándar del Jardín Botánico es de 9 de la mañana a 5 de la tarde, todos los días, pero resulta que las personas que prefieren utilizarlo para caminar, yoga, zumba o ejercicios "exigen" que se les permita entrar desde las 5:00 am antes de irse a sus labores o después de las 5:00 pm cuando ya han terminado sus jornadas.
¿Por qué se puso una tarifa para corredores y caminantes?
Para el Jardín, esto implica desafíos de seguridad y vigilancia que implica la necesidad de tener controles sobre quienes entran y a qué. Por ello se decidió (como existe en muchos otros espacios, el de Santo Domingo por ejemplo) establecer un "Club de Caminantes" en el que los usuarios deban registrarse, brindar sus datos personales y de contacto para recibir un carnet y poder usar los espacios en "horarios especiales".
Para cubrir esos costos se estableció una tarifa de RD$1,000 por persona por año, a RD$2,000 por familia. Con exenciones especiales para los adultos mayores o personas que demuestren no estar en condiciones económicas de pagarlo. Esto es entre RD$1.20 y RD$2.73 por día.
En solidaridad con la medida y como apoyo adicional, los llamados "clubes de runners" que reúnen miles de caminantes de la ciudad y las juntas de vecinos adyacentes, están proponiendo celebrar el próximo año varios eventos pro-fondos para suplir compromisos del jardín. Igualmente varios empresarios se han ofrecido a "apadrinar" empleados y caminantes para favorecer la sostenibilidad de una obra que sin lugar a dudas es la más trascendente que se ha construido en Santiago desde el punto de vista ambiental.