Contrabando de guaconejo supera la capacidad de controles de Medio Ambiente
Viceministro cree que continuará mientras haya desempleo y ánimo de delinquir
SANTO DOMINGO. Con un tono de impotencia, Manuel Serrano, viceministro de Recursos Forestales del Ministerio de Medio Ambiente, dijo que mientras haya pocas oportunidades de empleo y gente dispuesta a delinquir, seguirá el contrabando de madera de guaconejo hacia Haití para extraer un aceite esencial que ese país exporta y es materia prima para elaborar perfumes.
“Constantemente los apresamos (a los contrabandistas), nos cambian la ruta, hacen de todo con tal de burlar la vigilancia que les montamos y siempre se nos escapan camiones”, expresó.
Serrano se refirió al tema a propósito del reportaje publicado ayer por Diario Libre en el que se documenta el contrabando de guaconejo desde la provincia fronteriza Pedernales, donde se extrae la madera de áreas protegidas para vender el saco a intermediarios haitianos a un precio que hoy ronda los RD$450.
Desde el siglo pasado Haití mantiene una industria de aceites esenciales que, según datos de Trade Map, le permitió exportar en 2017 un valor de US$26.5 millones. Reportes y empresarios consultados coindicidieron en que ese país agotó sus arbustos de guaconejo, desde donde se extrae aceite de Amyris (nombre científico del arbusto), y se vale de la madera contrabandeada. Al preguntarle a Serrano si debería haber una comunicación entre los gobiernos para evitar que la industria haitiana tome recursos locales, dijo: “Sería lo ideal, pero no estoy tan seguro de que ellos estén interesados, porque tienen empleos como resultado de esa extracción”.
Los biólogos Brígido Peguero y Yolanda León estiman que en 10 años podría agotarse el guaconejo en la República Dominicana debido a la extracción indiscriminada.
Serrano informó que se trabaja en probar la reproducción de semillas de guaconejo para que las industrias siembren y usen la madera de las plantaciones.
En el país hay al menos tres empresas que procesan aceite de Amyris, dos de ellas en Cabral, Barahona.