La flakka, una droga que causó estragos en la Florida
FORT LAUDERDALE, Florida, EE.UU. Un año después de irrumpir en el sur de la Florida y causar estragos en muy poco tiempo, flakka, una droga sintética que provoca brotes psicóticos, ha desaparecido prácticamente del mercado. Y con ella las muertes. Las alucinaciones. Los arrestos. Todo.
El condado de Broward fue el epicentro de una verdadera epidemia de anfetaminas que alcanzó su punto culminante en abril del 2015, cuando muchos consumidores se desgarraron la ropa porque la temperatura de sus cuerpos llegaba a los 40 grados centígrados (105 Fahrenheit). Algunos sufrieron alucinaciones y pensaron que eran dioses o que estaban siendo perseguidos. Uno se estrelló contra un muro del departamento de policía al tratar de escapar a perseguidores imaginarios.
En tan solo 16 meses fallecieron 63 personas en Fort Lauderdale y sus alrededores por sobredosis, accidentes, suicidios y asesinatos relacionados con la droga, de acuerdo con las autoridades.
Hace unos tres meses, la droga, y los problemas, desaparecieron.
“Nunca vi una droga que se haga popular tan pronto y que desaparezca tan pronto”, expresó el sheriff de Broward, Scott Israel.
Conciencia
Varios factores se combinaron para acabar con ese mercado: una campaña del gobierno chino contra los productores de la droga, una campaña informativa de las autoridades de la Florida, la detención de varios líderes de los traficantes y la toma de conciencia de la gente acerca de los efectos negativos.
El condado de Broward no ha reportado muerte alguna relacionada con el flakka en lo que va del año. Un año atrás había hasta 20 visitas diarias a las salas de emergencia de los hospitales por problemas relacionados con la droga, pero ahora casi nadie va a un hospital por esa razón. Y casi no hay arrestos tampoco, según Israel.
A nivel estatal y nacional, el flakka jamás alcanzó la popularidad que tuvo en Broward. Pero las autoridades de otras jurisdicciones de la Florida y más allá también, desde Palm Beach hasta Houston, Texas, dicen que su consumo ha mermado.
Cuando el flakka apareció por primera vez, las autoridades ni sabían cómo escribir su nombre, dijo Jim Hall, epidemiólogo de la Nova Southeastern University de Broward que estudia el consumo de narcóticos ilegales. Aparentemente flakka es un derivado de la palabra en español “flaca”, solo que con dos k.
Hall dijo que la droga era barata, de tres a cinco dólares la dosis, y era fácil comprarla. Los importadores la adquirían vía internet a laboratorios chinos. Unos 1.500 dólares les permitían adquirir 10.000 dosis. Dado que en el sur de la Florida ya se vendían otras drogas sintéticas importadas como molly, tenían una estructura para inundar el mercado, señaló Hall. El margen de ganancia para los importadores era del 2.000%.
Flakka actúa con mucha velocidad y la menor sobredosis enloquece al usuario, sobre todo si consumió cocaína.
Paranoicos
“Los abusadores sentían que les hervía la sangre y se desgarraban la ropa”, dijo Hall. “Se ponían muy paranoicos. Algunos pensaban que eran perseguidos por animales salvajes imaginarios y salían corriendo por las calles”.
A veces eran necesarios cuatro o cinco policías para contenerlos. Quienes no recibían tratamiento inmediato a menudo fallecían. Quienes sobrevivían a una sobredosis generalmente sufrían trastornos renales por las altas temperaturas.
En marzo del 2015 las autoridades de Broward formaron una unidad especial para que se abocase al problema, con consejeros, educadores y líderes comunitarios. Se llevaron a cabo reuniones vecinales todas las noches para explicarle a la gente los peligros. Adictos les contaban a otros adictos que sentían que se les derretía el cerebro. La policía persiguió a los importadores y a los vendedores callejeros, y se coordinó con las autoridades federales.
Hall dice que cree que las noticias sobre la droga probablemente hicieron que los líderes chinos prohibiesen la exportación del flakka y de otras drogas sintéticas el 1ro de octubre.
“El gobierno chino no quería pasar a ser visto como un estado narco”, dijo Hall.
La sección de prensa de la embajada china no respondió a solicitudes de comentarios de la Associated Press.
Pocas semanas después de la prohibición en China, casi no había flakka en las calles de Broward, según Hall.
( TERRY SPENCER, Associated Press)