La Capilla de Nuestra Señora del Rosario
La capilla se encuentra muy cerca del pozo que abastecía de agua a la antigua población de Santo Domingo, Capital Primada de América. Por María Cristina de Carías y César Iván Feris Iglesias
Durante la batalla de Lepanto, cuando las huestes de la cristiandad, comandadas por Don Juan de Austria, el hijo natural de Carlos V, derrotaron a la armada turca, acabando para siempre con sus pretensiones de invadir Europa, las tropas cristianas se encomendaron a la virgen del Rosario, advocación promovida desde el siglo Xlll, por los dominicos.
La victoria en Lepanto dio origen a que la Virgen del Rosario se convirtiera en la patrona de la marinería europea, No solo por la gran victoria obtenida sino porque esta misma virgen del Rosario mediante una milagrosa aparición, reveló al Papa Pío V, la gran victoria, enseñándole, mediante una visión, las incidencias de la batalla y de cómo las tropas cristianas, en desventaja numérica, habían podido vencer a la flota del general turco Ali Baja, tenido por invencible. Así este Papa que había convocado la cruzada contra el turco, reuniendo las flotas de España, Venecia, Génova y Saboya, en una coalición, se entero de la buena nueva, mucho antes de que llegaran los emisarios despachados para comunicarle la noticia.
En la iglesia del convento dominico, en la famosa capilla que ostenta las representaciones cosmeteológicas, se encuentra una pintura de Gilberto Fernández sobre el milagro hecho por la Virgen del Rosario al Pontífice Pío V.
En el primer asentamiento de la ciudad de Santo Domingo a finales del siglo XV, se levantó una capilla dedicada a esta advocación. La capilla original, fue construida bajo el lugar que ocupa hoy la ampliada capilla del siglo XVl, que conserva la misma orientación hacia el Este, como es tradición en el cristianismo, al señalar hacia Jerusalén.
La capilla actual de una sola nave, con presbiterio plano y espacio dividido por tres arcos de descarga ojivales, sostenidos por igual número de pares de contrafuertes, solución estructural para cargar la cubierta a dos aguas; está constituida por vigas longitudinales que soportan alfajías, las que a su vez cargan las tejas de la techumbre.
Antecede a la nave, un pórtico o nartex, cubierto por un techo de una sola pendiente que se apoya sobre un juego de pilastras, entre las que se abren tres arcos de medio punto, enmarcados por un alfiz. Construido todo en ladrillo, con piedra en los ángulos de soporte. Este pórtico aparece como una loggia en el trópico y recuerda el atrio de los catecúmenos, lugar en el que se colocaban para asistir a las ceremonias religiosas los no bautizados que se encontraban en proceso de catequesis.
Hoy en día este simple esquema arquitectónico consta también de una sacristía localizada sobre la pared norte de la nave, con comunicación por el área del ante presbiterio.
Los materiales de construcción del conjunto son piedra, ladrillo, mampostería de piedra, madera y tejas.
La bella capilla se encuentra pintada de blanco, destacándose los ladrillos y las tejas. En el interior hay apenas dos pequeñas ventanas de sección rectangular, sumándose a ósculos de ventilación e iluminación que existen en el muro sur de la nave única. La monumental puerta principal, en el muro oeste, está coronada por una hornacina rectangular que contiene una imagen en piedra de la virgen del Rosario, de estilo medieval.
Al interior, la nave es de reducido y acogedor espacio. Está dividida en dos áreas, la primera desde el portal de entrada, con el espacio destinado a los fieles bautizados y que contiene hoy bancos de madera, construidos recientemente para las nuevas funciones de culto. Dos escalones sobreelevan el área del presbiterio, dedicada a la celebración de la santa misa. El mobiliario existente: ambon, altar y sillería, es también contemporáneo.
Una icona preside el presbiterio, en donde antiguamente existían pinturas murales que iluminaban el área sagrada con detalles religiosos, posiblemente hornacinas con imágenes de santos, hoy totalmente pérdidas.
Esta capilla del Rosario, localizada en el centro de lo que fuera la ciudad fundada por Bartolomé Colón, se encuentra muy cerca del antiguo pozo que ofrecía agua potable a los habitantes del primitivo asentamiento de la ciudad. En donde según los documentos y la tradición, estuvo preso el almirante Cristóbal Colón.