Reenvíos: sacrificios que sufren los que buscan justicia

Cuando una familia pierde a uno de sus miembros a raíz de un asesinato, un feminicidio u otra causa criminal, los parientes de las víctimas tienen que lidiar con el dolor y la pesada carga que significa mantener un caso en los tribunales en busca de justicia.

Durante los largos casos, muchos de los cuales exceden un año, las personas se sienten frustradas por los constantes reenvíos y sufren la indignación de ver cada vez con más frecuencia la cara del inculpado en el salón de audiencias.

Además, experimentan angustia por la incertidumbre de no tener los recursos económicos suficientes para pagar a los abogados o para transportar a las audiencias a los testigos.

Caso de los Mateo

La familia de Juan Mateo ha sufrido en carne propia el sacrificio que significa mantener un proceso en los tribunales para evitar que quede impune el crimen de uno de sus hijos.

Su viacrucis comenzó el 18 de octubre del 2011, cuando le mataron a su hijo José Miguel Mateo, y ocho años después, el 23 de octubre del año en curso, fue cuando un tribunal dispuso una condena de 15 años contra Cristian Gómez Feliz, el homicida de su hijo.

Muchas cosas pasaron durante el proceso: “varios de los abogados que tuvimos intentaron negociar el caso. Nos dijeron que debíamos aceptar 6 millones de pesos que estaban ofreciendo los que mataron a mi hijo y como no lo recibimos, uno de los abogados abandonó el proceso y otro se desapoderó”, relató Juan Mateo.

Recuerda que durante los ocho años, tuvieron que hipotecar su casa en dos ocasiones. En una de ellas la hipotecaron por la suma de RD$200mil pesos y otra por RD$175mil para pagar abogados, trasladar a los testigos y resolver otras diligencias.

Sin embargo, debido a los reenvíos, los testigos comenzaron a cansarse, al punto de que algunos llegaron a molestarse, pues en ocasiones los mandaban a buscar vía conducencia para que se presenten a las audiencias.

Desde el 2011 hasta el 2014 Juan Mateo llegó a contar unos 40 reenvíos, luego perdió la cuenta.

Natasha Sing Germán

En abril del 2014 fue asesinada Natasha Sing. Cinco años después, su caso todavía está en juicio de fondo en el Segundo Tribunal Colegiado de Santo Domingo debido a los aplazamientos. El señor José Sing, padre de la víctima, asegura que los abogados que defienden a Sanhy Dotel (autora intelectual de los asesinatos), constantemente provocan a los jueces buscando recusación y faltan a las audiencias para que se suspendan.

Luisa Germán, quien es la madre de la víctima ha tenido que buscar la ayuda de psiquiatras y el hijo de Natasha Sing ha pasado por depresión y en tres ocasiones intentó suicidarse.

Geraldine Betance

Otros que han vivido las vicisitudes de un proceso penal son los parientes de Geraldine Sánchez Baldera, asesinada por su expareja Martín Batista Ogando el 25 de noviembre del 2017 próximo a su trabajo.

Durante todo el proceso, Martín Batista Ogando, estuvo cambiando constantemente de abogado, se reportaba enfermo o utilizaba otras tácticas para que se produjera un reenvío. Durante un año y ocho meses, la familia de la víctima estuvo asistiendo a los tribunales, hasta que lograron que se impusiera una condena de 30 años.

El proceso fue difícil, según relata la señora Evangelista del Carmen Baldera, madre de la víctima. Dice que una de las cosas más amargas para ella, era ver la cara del Martín Ogando.

Cuando se produjo la condena, se sintieron satisfechos de que todo el sacrificio valió la pena. Pero otra vez la señora Evangelista del Carmen se siente muy ansiosa, debido a que Martín Batista apeló la sentencia de su condena. La señora siente angustia de volver a “pasar trabajo” otra vez en la Corte.

Wander Santana

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Periodista en ejercicio desde el 2014. Ha ejercido la profesión en los principales medios impresos de la República Dominicana. Escribe sobre casos judiciales, derechos humanos, criminalidad y otras problemáticas sociales.