Anibel González soñaba con hacer dos casas: una para su madre y otra para sus hijas
Era una mujer feliz que amaba su trabajo y le encantaba cantar en karaoke
“Anibel González Ureña era lo máximo, talentosa, nunca salía sin mí, tanto así que me sacó visa para que pudiera viajar con ella por el mundo”, manifestó su hermana Rosanny González Ureña quien la describió como una mujer feliz.
Anibel González fue asesinada por su antigua pareja Yasmil Oscar Ferández, quien le propinó varios disparos y luego se suicidó en San Pedro de Macorís. Tras ser herida Anibel trató de buscar ayuda. Fue trasladada a un centro médico y murió horas después.
El horrible hecho solo es superado por el malestar que ha causado en la sociedad la facilidad con la que Yasmil Fernández salió de prisión luego de herirla a puñaladas en el año 2017. Logró una pena a cinco años de prisión que luego fue suspendida tras un acuerdo que alcanzó con el Ministerio Público de San Pedro de Macorís y avalado por el Tribunal Colegio de la provincia.
El Ministerio Público le falló a Anibel González
“A Anibel le gustaba salir, andar, compartir y cantar, porque cantaba lindo”, rememoró Rosanny. “Se grababa en el carro cantando e iba a los karaoke, donde daba demostración de buen cantar”, dijo.
Anibel soñaba en grande y buscaba su superación personal a pesar de las adversidades.
Entre sus sueños contó su hermana, estaba hacerle una casa a sus hijas y otra mi madre, así como trabajar en la Embajada de Estados Unidos.
Cuando fue atacada a cuchilladas en diciembre del 2017 por Yasmil, Anibel se fue a residir en Santo Domingo, mientras sus hijas se quedaban bajo el cuido de su madre, en el barrio 24 de Abril, al Este de San Pedro de Macorís.
Reveló que su hermana nunca firmó el “Acuerdo Asesino”, que prohijó una fiscal coordinadora de la Unidad de Violencia y Género en San Pedro de Macorís y pidió una sanción ejemplarizadora para la fiscal que “permitió mataran a mi hermana”.
La familia pensó que el asesino iba a durar por lo menos 20 años y que ella se iba a ir a Estados Unidos a vivir con sus tres hijas.
“Yo le dije que no se casara con esa bestia desde un principio, pero ella nunca me hizo caso, porque él la maltrataba, le dabas golpes y la humillaba”.
Sostuvo que la relación entre ambos fue de unos 11 de 13 años. ”Martirio que terminó con su vida”, cuenta su hermana.
Ministerio Público cita a familiares y abogados de Anibel González
Soñaba con hacer dos casas
Doña Virgen Mercedes Ureña, madre de Anibel, dijo no tener palabras para definir lo buena que era su hija con ella, “que soñaba con hacerle la casa a sus hijas y una a mí”.
“Era lo mejor, como hija, como hermana, como amiga, soñaba poner a sus hijas bien y a mí también”. Dijo con voz entrecortada la atribulada mujer, que al igual que su hija Anibel, procreó tres hijas.
Agregó: “Luchó hasta el final, la muchachita era la más luchadora que yo conocí, era incansable”. Anibel González Ureña deja en la orfandad a sus tres hijas Shanny, de 12 años; Kamil de 9 y Anny Emil, de apenas tres añitos, las cuales eran su adoración y luchaba por su desarrollo y formación.
Se graduó de licenciada en derecho en UNICARIBE, en Santo Domingo.
Huyéndole al hombre, que finalmente terminó con su existencia, Anibel se fue a vivir a Santiago, donde tenía aspiración a regidora por el Partido de la Liberación Dominicana, motivada por el senador de aquella provincia.
Al momento de ser asesinada, la occisa diligenciaba la residencia de sus hijas para establecerse en Estados Unidos.
Sus padres Félix González y Virgen María Ureña, llevan más de 20 años separados, pero no dejaban dentro de sus posibilidades ayudar a sus hijas para que estudiaran y fueran mujeres de bien.
Hoy que no tienen “al talento del hogar”, como llamaban a Anibel, no saben cómo salir a camino y quien proteja con los estudios a los niños que dejó.