Una vida entre mujeres guiada por la religión en la capital del chiísmo
Marina Villén
Qom (Irán), 30 ene (EFE).- Desde una guardería a un gimnasio, el principal seminario para mujeres de la ciudad santa iraní de Qom ofrece a sus alumnas todas las facilidades para que dediquen su vida al estudio de la rama chií del islam.
Más de 20.000 seminaristas, entre ellas unas dos mil extranjeras, estudian en estos momentos licenciatura, maestría o doctorado en Yameatozahra, el mayor centro de estudios islámicos para mujeres de todo Irán.
'Cuando emigramos a Qom y conocí el ambiente de Yameatozahra sentí que se me abrió una puerta a nuevos conocimientos y a un nuevo mundo', asegura a Efe Atie Keshtkaran, una estudiante de doctorado de filosofía de la religión de 33 años, originaria de la ciudad meridional y más liberal de Shiraz.
Vestida como todas las mujeres del seminario con el tradicional chador negro, Keshtkaran destaca que 'las facilidades' que otorga este lugar a nivel educativo son mucho mayores que las existentes en cualquier universidad o en otros centros religiosos.
ENTRE LOS MUROS DEL SEMINARIO
Yameatozahra es un amplio complejo que cuenta con guardería, a la que acuden unos mil niños, escuelas de preescolar hasta secundaria y la universidad, en la que se imparten disciplinas como ciencias del Corán, historia del islam o psicología.
Entre sus muros, que habían permanecido cerrados a los medios de comunicación hasta hace poco, también hay una gran biblioteca, salas de rezo, jardines y un gimnasio.
'Yameatozahra se ha convertido en parte de nuestras vidas y usamos mucho las instalaciones del seminario porque lo más importante es que nunca se corte el vínculo con este estilo de vida', explica Keshtkaran.
Incluso las seminaristas que no viven en los dormitorios de Yameatozahra o que ya no asisten a diario a clases presenciales, pasan largo tiempo en este recinto y participan de sus actividades.
El auge de los seminarios femeninos en Qom, capital espiritual del chiísmo, llegó con el triunfo de la Revolución Islámica en 1979. Antes de esa época había pequeñas escuelas que copiaban el modelo de los seminarios masculinos, pero en la actualidad son un sistema educativo propio.
CÓMODAS DE ESTAR SOLO MUJERES
'Es un ambiente totalmente de mujeres y yo considerando mis creencias religiosas aquí me siento más cómoda para estudiar, trabajar e investigar', comenta Keshtkaran.
La conservadora ciudad de Qom cuenta con cientos de seminarios y es, además, un importante destino de peregrinación, al albergar el santuario de Fatemeh Masumeh, la hermana del octavo imán de los chiíes Reza.
'Qom para mí es una ciudad muy atractiva -continúa la seminarista-. Aunque he vivido en Shiraz y en Teherán y he viajado al extranjero, he elegido Qom por su importancia en el estudio de la jurisprudencia islámica y, de corazón, como mi patria'.
Esta opinión la comparten otras estudiantes entrevistadas por Efe. Es el caso de Zeinab, de 19 años, quien afirma sentirse 'muy cómoda y feliz' en el seminario, mientras hace un descanso con unas compañeras en los jardines del recinto.
'Aquí puedo comprender a fondo la religión, incluso lo que la gente no sabe, y creo que es muy importante porque luego puedo explicarle a otras personas las razones que hay detrás de las normas del islam', dice Zeinab.
UNA FORMACIÓN CON CIERTAS LIMITACIONES
A pesar del gran número de mujeres que estudian en estos seminarios, los grandes expertos y teóricos del islam son hombres en Irán, donde gobierna una teocracia desde el derrocamiento de la monarquía en 1979.
Preguntado por las dificultades que afrontan en este campo las féminas, el director de Yameatozahra, el hayatoleslam Mahmud Madaní, señala que basándose en 'los valores de la familia y la castidad las mujeres pueden brillar en todas las escenas de la vida'.
Madaní destaca que muchas de sus antiguas estudiantes son ahora profesoras en la escuela secundaria o en la universidad o directoras de otros seminarios y que algunas son autoras de 'importantes obras compiladas'.
En cuanto a la posibilidad de que sean juristas con rango de 'mujtahid', el responsable del seminario reconoce que 'a lo largo de la historia ha habido muy pocas porque hasta ahora no se había creado el campo para que las mujeres pudieran estudiar ese curso'.
Yameatozahra ya ha planificado este curso superior de jurisprudencia islámica, de diez años de duración, para aquellas con nivel de doctorado. Unas veinte mujeres han sido aceptadas y aspiran a ser de las primeras en demostrar que ese grado no es solo cosa de hombres. EFE
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