Tormenta inunda Nueva Orleans ante posible llegada de huracán
Mississippi y Texas también corren riesgo de recibir aguaceros torrenciales
Una tormenta inundó las calles de Nueva Orleans y paralizó el tráfico el miércoles, mientras aumentaban las preocupaciones de que el clima empeore en los próximos días: un posible huracán podría impactar la costa del Golfo de México y elevar el nivel del río Mississippi al borde de los diques protectores de la ciudad.
La tormenta estuvo relacionada con una alteración atmosférica en el Golfo de México que los meteorólogos pronostican que se fortalezca hasta convertirse en huracán hacia el fin de semana. El Centro Nacional de Huracanes prevé que el sistema se convierta en depresión tropical para la mañana del jueves, en tormenta tropical hacia la noche y en huracán para el viernes.
Una serie de tormentas eléctricas se extienden desde el interior del Golfo y azotaron Nueva Orleans, en donde se registraron hasta 18 centímetros (8 pulgadas) de lluvias durante un lapso de tres horas la mañana del miércoles, informaron las autoridades.
Mississippi y Texas también corren riesgo de recibir aguaceros torrenciales.
En Nueva Orleans, las calles se convirtieron en pequeños ríos de aguas rápidas que voltearon botes de basura y levantaron escombros de madera. El agua alcanzó las puertas de varios autos. Otros vehículos fueron abandonados. Personas a bordo de kayaks remaron en algunas de las calles.
Chandris Rethmeyer perdió su carro a causa de la inundación y tuvo que caminar por el agua que alcanzó una profundidad de 1,22 metros (4 pies) para ponerse a salvo. Iba camino a casa después de trabajar el turno nocturno cuando su vehículo quedó detrás de un accidente de tránsito en un túnel y el nivel del agua comenzó a aumentar.
“Me iba a sentar en el carro a esperar a que pasara la tormenta”, declaró. “Pero eché la mano hacia atrás para recoger el iPad de mi hijo y en lugar de eso puse la mano en un charco”.
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Valerie R. Burton despertó el miércoles y el paisaje afuera de su casa parecía el de un lago.
“Había entre 3 y 4 pies (90 y 120 cm) de agua en las calles, subiendo por las aceras y en mi puerta. Así que fui con mis vecinos para avisarles y decirles que movieran sus autos”, dijo.
El gobernador John Bel Edwards declaró un estado de emergencia y se desplegarán a tropas de la Guardia Nacional y vehículos anfibios en toda la entidad en anticipación a los próximos aguaceros.