La pérdida de contacto total con el avión siniestrado extraña a los expertos
Los primeros restos fueron hallados 50 millas al sureste de la isla griega de Kárpatos
EL CAIRO. La pérdida de contacto total con el avión de Egyptair, que se estrelló hoy en el mar Mediterráneo con 66 personas a bordo, despierta dudas entre los expertos, mientras las autoridades mantienen abiertas todas hipótesis sobre el siniestro.
Tanto Egipto como Francia dijeron que no se puede descartar ninguna hipótesis, incluida la terrorista, en el caso del Airbus 320 que cubría la ruta París-El Cairo y cuyos primeros restos fueron hallados 50 millas al sureste de la isla griega de Kárpatos.
La posibilidad de que se trate de un ataque terrorista ha estado sobre la mesa desde que se conoció la desaparición del avión debido a las extrañas circunstancias que envuelven el caso, aunque por el momento ningún grupo extremista ha reivindicado su derribo.
El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, antiguo KGB) afirmó hoy que todo apunta a que el siniestro del avión Egyptair fue un atentado terrorista.
El A320, fabricado en 2003 y con 48.000 horas de vuelo acumuladas, según Airbus, desapareció del radar a las 2.45 hora local (0.45 GMT) cuando volaba a una altitud de 37.000 pies (unos 11.000 metros) y los controladores aéreos no pudieron contactar con la tripulación.
Con estos datos, el portavoz del departamento técnico del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla), Agustín Guzmán, señaló que “un avión de 2003 con un mantenimiento adecuado en principio no debería tener ningún fallo catastrófico que llevara a la pérdida de contacto”.
Las posibles causas de esta desaparición -continuó Guzmán- son que se apague desde la cabina manualmente el sistema de comunicación de radar -”trasponder”-, un fallo en el suministro eléctrico o un fallo en el propio sistema.
En el avión hay además un segundo equipo de comunicación por radar, por lo que “no es común” que se produzca un fallo en los dos y se dé esta pérdida total de comunicación, según Guzmán.
“Seguramente algo catastrófico ha ocurrido”, subrayó el portavoz del departamento técnico de Sepla, que no quiso aventurarse con ninguna hipótesis e indicó que pudo deberse a un fuego o a un fallo técnico.
Un comandante retirado, con unas 15.000 horas de vuelo y seis años de experiencia pilotando un A320, explicó por su parte que si se ha producido un fallo técnico, desde esa altura de 37.000 pies el avión puede tardar todavía unos 20 minutos en estrellarse y durante ese tiempo sigue emitiendo una señal que es captada por los radares.
“Si desaparece de repente del radar se puede deber a una explosión que desintegre el avión o que se haya apagado el sistema de comunicación de radar”, dijo esta fuente, que prefirió mantener el anonimato.
El piloto retirado reconoció que es “muy raro”, y que de hecho “no se contempla”, que se registre una explosión a causa de una avería técnica o por la ruptura en una zona del aparato que provoque una descompresión rápida.
Además, de apagarse o estropearse el sistema de comunicación por radar, la tripulación podría de todas formas haber mantenido contacto con los controladores aéreos, algo que tampoco ocurrió.
Incluso, en caso de que falle todo el sistema eléctrico, el avión cuenta con baterías que permiten la comunicación con los controladores, agregó el comandante.
Pese a las complejas circunstancias, Guzmán insistió en que no se puede afirmar con los datos que se tienen hasta el momento que se trate de un ataque terrorista y que habrá que esperar al análisis de las cajas negras.
En ocasiones los accidentes se producen por “causas extrañas”, por lo que es necesaria una investigación seria y no dejarse llevar ni siquiera por la hipótesis que parezca predominante, apuntó.
Los temores a un ataque terrorista se deben al antecedente del aparato ruso que se estrelló en octubre pasado en la península egipcia del Sinaí con 224 personas a bordo.
El grupo terrorista Wilayat Sina (Provincia del Sinaí), la filial egipcia del Estado Islámico, asumió la autoría del derribo del avión y explicó que colocó una bomba en su interior.
Las autoridades egipcias negaron durante meses que estuviera confirmada la hipótesis del atentado terrorista, pese a que Rusia afirmó que esa era la causa poco después del siniestro.
En esta ocasión, ningún grupo yihadista ha reivindicado una acción terrorista, aunque circula un vídeo en las redes sociales en el que se aprecia un avión en llamas perdiendo altitud.