La dominicana encarcelada por asesinar a un niño español pide un nuevo juicio
El abogado que defiende a la dominicana Ana Julia Quezada, condenada a prisión permanente revisable en España por asesinar a un niño en 2018, ha presentado un recurso de apelación para repetir el juicio.
El letrado Esteban Hernández Thiel reclama que, en caso de celebrarse un nuevo juicio oral, Quezada sea juzgada por jueces, no por un jurado popular como el que la declaró culpable el pasado mes de septiembre de un delito de asesinato, dos de lesiones psíquicas y otros dos contra la integridad moral.
Un tribunal provincial de Almería (sureste) la condenó por esos delitos a prisión permanente revisable, la pena más elevada que se aplica en España y por vez primera a una mujer, por asesinato con alevosía y la agravante de parentesco.
El caso conmocionó a toda España porque el niño, llamado Gabriel Cruz, estuvo desaparecido varios días y Quezada participó en la búsqueda a pesar de que ya lo había matado y escondido el cadáver.
Asimismo, fue condenada a pagar indemnizaciones por daños morales a los padres del menor en la cantidad de 250.000 euros (unos 275.000 dólares) a cada uno de ellos; el padre era entonces pareja de la mujer condenada.
El recurso de la defensa, conocido este miércoles, se presentó ante el Tribunal Superior de Justicia de la región de Andalucía (TSJA).
'Si la intención de ésta hubiese sido acabar con la vida del menor (...) habría actuado de otra manera que, más certeramente, hubiese podido causar la muerte, y también ocultar el cuerpo de manera más segura', incide.
El letrado rechaza que hubiese alevosía y, menos aún, la de tipo 'sorpresiva' que recoge la sentencia, porque 'de estar el niño en una situación de desvalimiento y vulnerabilidad, el resultado hubiese sido el mismo si lo ataca de manera sorpresiva como si el niño prevé el ataque e intenta repelerlo'.
Asegura el abogado que 'no siendo inmune nadie - ni jurados ni jueces profesionales - a la desmedida presión mediática y lo triste del asunto a juzgar, la presidenta del tribunal (...) no pudo evitar incurrir en parcialidad a la hora de dar instrucciones al jurado'.