La bandera de Georgia supera a las camisetas de Madrid y Barcelona
Misha Vignanski
Tiflis, 28 mar (EFE).- El Real Madrid y el Barcelona cuentan con muchos aficionados en Georgia, pero las imágenes con la bandera del país superan este domingo a las camisetas de los dos equipos españoles en las inmediaciones del estadio Dinamo-Arena.
“Soy del Madrid, pero hoy soy patriota”, comentó a Efe Yelena Mamédova, estudiante de la Universidad Estatal de Tiflis.
Los georgianos no se pierden un partido de La Liga y las camisetas blanca y blaugrana son numerosas entre los aficionados que acudieron hoy, domingo, al estadio, que podrá acoger un 30 % de su aforo.
Yelena se conforma con el empate, pero ese no es el caso de David y Lazare, escolares que pagaron 25 laris, unos 7 dólares por entrada.
“El dinero es de nuestros ahorros, pero no no arrepentimos. Si Georgia logra ganar a uno de los líderes del fútbol mundial, lo veremos en directo y nos volveremos locos”, señalaron.
El corazón puede estar repartido entre Madrid y Barcelona, como en el caso de la pareja Nikoloz e Irina, pero hoy apoyan a un solo equipo, la selección dirigida por el francés Willy Sagnol.
Son mayoría los seguidores envueltos en la bandera nacional, que incluye una cruz roja grande y cuatro pequeñas sobre fondo blanco. La enseña, una de las más antiguas del mundo, simboliza la fe cristiana.
Debido a la pandemia del coronavirus, el estadio abrió tres horas antes y la policía mide pacientemente la temperatura a los hinchas.
Hacía mucho tiempo que los georgianos no tenían la oportunidad de ver un partido en directo. La última vez que acudieron al estadio fue con ocasión del amistoso que enfrentó a georgianos y croatas en noviembre de 2019.
El sábado dos espontáneos saltaron al campo durante el entrenamiento para hacerse una foto con sus ídolos, pero sin suerte, ya que fueron detenidos por la policía local.
La temperatura es de 10 grados y los aficionados son optimistas, aunque son conscientes de que el rival de hoy es de envergadura.
Nadie quiere acordarse del vergonzoso apagón que dejó a oscuras anoche a los españoles durante el entrenamiento previo al partido de clasificación mundialista.
Algunos aún recuerdan la última vez que vieron a España. Fue el 11 de septiembre de 2012 en un partido de clasificación para el Mundial de Brasil. La Roja acababa de ganar la Eurocopa, pero sólo pudo vencer con un gol de Soldado en los últimos minutos
Antes del partido, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, se reunió en Tiflis con un viejo amigo, Shota Arveladze, uno de los mejores jugadores de la historia de este país.
Rubiales y Arveladze, máximo goleador en la historia de su selección con 26 goles en 60 partidos, compartieron vestuario en el Levante en la temporada 2007-2008.
El levantino fue el último equipo profesional del georgiano, que apenas jugó esa temporada. Desde entonces, se dedica a entrenar.
“Es un gran amigo. Hemos hablado sobre el fútbol en España, en Georgia y en el mundo. Rubiales es especial tanto como persona como funcionario. Le deseo lo mejor”, dijo Arveladze a la prensa local.
Arveladze, que jugó en el Ajax y en el Glasgow Rangers, entre otros equipos, tuvo el honor de ver retirado el número 11 de su camiseta por los servicios prestados a su selección.EFE
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