Haití estrena un nuevo Gobierno que tiende la mano a la oposición
Ariel Henry, un respetado neurocirujano, asumió este martes de forma oficial el cargo de primer ministro
Haití estrenó este martes un nuevo Gobierno, 13 días después del asesinato del presidente Jovenel Moïse con la promesa de tender la mano a la oposición para buscar una salida a la profunda crisis en la que se haya inmerso el país.
Ariel Henry, un respetado neurocirujano, asumió este martes de forma oficial el cargo de primer ministro, desde el que controlará todos los resortes del poder en Haití, dado que no hay planes para designar un jefe de Estado provisional y tampoco tendrá el contrapeso de un Parlamento, puesto que está clausurado desde enero de 2020.
El nuevo primer ministro fue nombrado para el cargo por Moïse mediante un decreto firmado el pasado 5 de julio, pero el magnicidio, ocurrido dos días después, frustró su investidura y dejó el Gobierno en manos de su antecesor, Claude Joseph, abriendo un inédito pulso por el poder.
Esa disputa entre ambos primeros ministros se solucionó el lunes, cuando Joseph anunció su renuncia al cargo, apenas dos días después de que Naciones Unidas y potencias extranjeras como Estados Unidos y Francia tomaran partido y dieran su apoyo explícito al hombre elegido por Moïse.
Recelos de la oposición
En su discurso de investidura, Henry aseguró que su Gobierno, integrado por 18 ministros, es un gabinete “de consenso” e “inclusivo”, puesto que integra algunas figuras de la oposición, así como a técnicos y a personalidades de la sociedad civil.
No obstante, al frente de las carteras más importantes, como Justicia, Economía o Exteriores, se mantienen sus actuales titulares, en este último caso, el hasta ahora primer ministro Joseph.
Esta circunstancia, sumada al apoyo internacional a Henry, ha alimentado los recelos de la oposición hacia el nuevo Gobierno, e incluso ya se han formulado llamados a protestas por parte de algunas fuerzas de izquierda.
Una comisión que aglutina a numerosos grupos de la sociedad civil, que han mantenido reuniones en los últimos días para aportar soluciones a la crisis, también se ha desvinculado del nuevo Gobierno.
“La comisión de la sociedad civil no tiene nada que ver con la formación del Gobierno. No surge de ningún consenso con los actores de la sociedad civil que están unidos para encontrar una solución haitiana para la crisis. Los individuos en ese gabinete no se representan más que a ellos mismos”, dice un comunicado del grupo.
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Oferta de diálogo
Para tratar de limar asperezas, Henry plagó su discurso de ofertas de diálogo “sincero y franco” dirigidas hacia la oposición y hacia la sociedad civil, y también, de invitaciones a la “unidad” para superar un momento que describió como “crítico”.
La solución a esa crisis, subrayó, “debe implicar a todos los haitianos” y debe pasar necesariamente por la organización de elecciones, aunque no habló de plazos para esta cita con las urnas.
“No tenemos la pretensión de resolver todos los problemas, pero con los demócratas podemos crear las condiciones para la organización de elecciones”, afirmó.
Con las elecciones en mente, prometió que uno de sus principales cometidos será restablecer el orden y la seguridad en el país, que desde hace meses atraviesa una grave ola de criminalidad.
Comienzo de las honras fúnebres
La investidura del nuevo Ejecutivo se solapó con el comienzo de las honras fúnebres para el presidente asesinado, quien recibirá sepultura el próximo viernes en su panteón familiar, en la ciudad de Cap-Haitien, en el norte del país.
El primer acto de duelo oficial tuvo lugar este martes en Puerto Príncipe y contó con la participación de todos los miembros del Gobierno saliente y del entrante.
La viuda, Martine Moïse, quien regresó al país el pasado fin de semana, no acudió al acto oficial.
La ceremonia contó con música, danza, unas palabras de un sacerdote y discursos, entre ellos el de Claude Joseph, quien se refirió a Moise como un “amigo”.
El jueves se celebrarán el velatorio y la misa, en Cap-Haitien, y el viernes tendrá lugar el funeral y el entierro.
Aunque las celebraciones tengan carácter de Estado, la familia de Moïse anunció que costeará todos los gastos, según el deseo de la primera dama.