Eslovaquia espera un vuelco electoral tras larga hegemonía socialdemócrata
Praga, 28 feb (EFE).- Unos 4,5 millones de eslovacos con derecho a voto están convocados este sábado a las urnas para elegir los 150 diputados del Consejo Nacional que decidirán el próximo gobierno donde se espera un cambio tras quince años de hegemonía en las urnas del Partido Socialdemócrata (SMER).
Los comicios están condicionados por la muerte del periodista Jan Kuciak, que investigaba la corrupción política y fue asesinado por encargo en febrero de 2018, mientras sus presuntos asesinos afrontan ahora un juicio que se reanudará tras las elecciones.
El movimiento conservador populista Gente Corriente (OLaNO), fundado en 2010 por el empresario de los medios Igor Matovic, se perfila como el ganador de las elecciones, según el último sondeo de la agencia Focus que le atribuye una preferencia del 19,1%.
Se trata en gran parte de voto protesta con el que muchos eslovacos quieren desbancar a los socialdemócratas del poder.
'Matovic tuvo éxito generando apoyo adicional de votantes y, cuando este proceso empezó, gente que no tenía nada que ver con el movimiento empezó a considerar a esta formación como gran rival de (el partido socialdemócrata) SMER', explicó a Efe Grigorij Meseznikov, analista del Instituto político IVO en Bratislava.
A la formación de Matovic le siguen los socialdemócratas liderados por Robert Fico, primer ministro en tres de las cuatro últimas legislaturas, y al que la encuesta augura un 15,6% de apoyos, muy por debajo del 28 % logrado en los comicios de 2016.
El SMER, lastrado por la acusación de clientelismo, cuenta con un líder que tuvo que abandonar el Ejecutivo por la presión popular, pocas semanas después del asesinato de Kuciak y tras multiplicarse las sospechas de que la investigación no estaba funcionando de forma transparente y con independencia.
La desaparición del periodista también dio alas a formaciones más de centro, como Eslovaquia Progresista (PS-S), donde militaba la actual Jefe de Estado, Zuzana Caputova, y que tiene un 9,4% de preferencia, y 'Por la Gente' del ex presidente Andrej Kiska, con el 6,6% de apoyo en los sondeos.
Con estas dos fuerzas y los liberales de SaS, Matovic podría, a priori, forjar una coalición postelectoral, si bien son muchos los roces personales y también los puntos de discordia en los programas.
Además de estas fuerzas, entrarían en el Parlamento unicameral otros dos partidos extremistas de derechas: la neonazi Nuestra Eslovaquia (LSNS) de Marian Kotleba, con el 9,8%; y la populista Somos una Familia (Sme Rodina) de Boris Kolar, al que se augura un 7,2%, y que es el socio eslovaco del nacionalista y xenófobo 'Movimiento por una Europa de Naciones y Libertades' abanderado por la francesa Marine Le Pen y el italiano Matteo Salvini.
La campaña electoral ha estado llena de golpes de efecto, como el que buscó Matovic recorriendo Europa para fotografiar activos inmobiliarios de ex políticos socialdemócratas, adquiridos con medios supuestamente ilícitos, y poner en ellos etiquetas con el título 'Propiedad de Eslovaquia'.
Esa gira tuvo escalas junto a la residencia del ex ministro de Finanza y Transporte Jan Pociatek en Cannes (Francia) o en la sede fiscal de numerosas empresas del grupo inversor Penta en Chipre.
El actual ejecutivo de coalición de socialdemócratas y nacionalistas ha tratado de salvar los muebles aprobando a última hora, por trámite parlamentario de urgencia, unas medidas que sus críticos consideran populistas, como la décimo tercera paga para pensionistas y un subsidio para menores de edad. EFE