El “machistómetro”, el juego para salvar mujeres de una relación violenta
El juego de mesa consiste en responder sobre un tablero a las 21 preguntas que revelan en qué grado de relación violenta puede una mujer encontrarse
El “Machistómetro”, un juego de preguntas creado para que las mujeres detecten si se encuentran en una relación violenta que puede poner en riesgo su vida, ha sido presentado por una organización feminista peruana con apoyo de una empresa privada.
En Perú se han cometido 160 feminicios en lo que va del 2019, la cifra más alta en la última década, reflejo de lo que para las organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres representa el último eslabón de una relación violenta.
“En realidad, la violencia es progresiva, la violencia va escalando varios eslabones y una de ellas tiene que ver con empezar a controlar, aislar a la pareja y luego la somete a situaciones de dependencia emocional, económica, la tiene totalmente aislada”, explicó a Efe la representante de la ong Manuela Ramos, Elga Prado.
De acuerdo a la también Coordinadora del Programa de Sexualidad y Autonomía Física de Manuela Ramos, “estamos viendo como consecuencia de tanta estadística de feminicidio, es que cuando las mujeres empiezan a romper esas relaciones tóxicas, justamente muchas de ellas han sido asesinadas”.
La organización feminista trabajó, por encargo de la empresa de belleza Avon, un producto que pudiera prevenir la violencia machista desde sus primeros indicios, los cuales según una encuesta están incluso normalizados en la sociedad peruana.
Identificar comportamientos violentos
El sondeo encargado por Manuela Ramos a la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) reveló que el 42 % de una muestra de 2,400 personas no consideraba como un comportamiento violento que la pareja revise su celular, y este porcentaje subía a 59 % en la selvática región de Ucayali y a 58 % en la andina Ayacucho.
“La gente no está percibiendo ese primer eslabón de la forma de control del celular o redes sociales de la pareja como un hecho de violencia”, afirmó Prado.
“Más de la mitad de la población piensa que esto no es violencia, sigue justificando el hecho de que las mujeres son las culpables de ser violadas, entonces hay que empezar a trabajar y en ese sentido se elaboró el juego del machistómetro”, detalló la vocera.
El juego de mesa consiste en responder sobre un tablero que dice “siempre”, “a veces” y “nunca”, a las 21 preguntas que revelan en qué grado de relación violenta puede una mujer encontrarse.
Las preguntas van desde si la pareja le controla la forma de vestir, si le irrita que salgan con amigos, si le controla las redes sociales, si la insulta, si le impide trabajar o estudiar, si la golpea o la fuerza a tener relaciones sexuales, entre otras.
Reflexión sobre la violencia
Al resolver el machistómetro también muchas mujeres decían que incurrían en algunas de esas conductas, entonces se daban cuenta que “ellas están ejerciendo control y a veces ese control se vuelve tan mutuo, que se vuelve una relación tóxica y controladora”, anotó Prado.
Por ese motivo, la portavoz señaló que este juego “les permite, por lo menos, reflexionar y cuestionar desde sus prácticas personales, pero también si se puede estar en una relación violenta que va avanzando progresivamente porque tiene varios niveles”.
Desde su lanzamiento en noviembre último, 7,550 personas han jugado el machistómetro.pe en su versión en línea, se han distribuido 21,500 juegos en su versión de lápiz y papel, y también otras 750 en su modalidad de juego de mesa, según informó a Efe la responsable de Comunicaciones de Manuela Ramos, Mabel Barreto.
El objetivo es llegar a las más de 44,000 mujeres beneficiarias de los programas de la organización feminista y presentar los resultados de una primera etapa cerca al 8 de marzo próximo, cuando el celebra del día internacional de la mujer.
Barreto recordó los resultados de una reciente encuesta nacional en la que se encontró que el 71 % de mujeres maltratadas en Perú no denuncian porque no les parece importante (47,8 %) o porque sienten vergüenza (14,7 %).
“Creemos que esto tiene que cambiar porque las mujeres tenemos derecho a una vida libre de violencia. Hay que considerar que el feminicidio es el último eslabón de la violencia”, expresó.