El inspector virtual en busca de tapabocas en Uruguay
Federico Anfitti
Montevideo, 21 jul (EFE).- En Uruguay, donde la recomendación de las autoridades en la prevención de la COVID-19 es la libertad responsable, una cámara de vigilancia callejera se ha transformado en inspector virtual capaz de detectar cuántas personas transitan por la vía pública utilizando tapabocas.
En un país que registra 1.064 casos (104 activos) y 33 fallecidos desde el 13 de marzo, cuando sus autoridades decretaron la emergencia sanitaria, y que se jacta de la responsabilidad de sus ciudadanos para obedecer las medidas sanitarias sin necesidad de restricciones, saber las cifras reales de acatamiento podría ser clave.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL AL SERVICIO DE LA SALUD
De esta manera, la empresa uruguaya de soluciones tecnológicas Tryolabs ideó un software que, mediante las grabaciones de las cámaras callejeras, puede detectar cuántas personas efectivamente usan el tapabocas en la vía pública.
'Con el tema de las mascarillas no habíamos visto ninguna solución que pudiera detectar en 'streaming' de vídeo real, donde las caras se ven chicas, medio borrosas, que detecte quién usa máscara y quién no', explica a Efe el director de Tecnología de la empresa, Alan Descoins.
Según señala, esta empresa lleva unos dos años trabajando en varias tecnologías de análisis de vídeo fundamentalmente pensando en empresas que quieren gestionar sus productos, observar en qué sitios del establecimiento se detienen más los clientes o cuánto tiempo pasan mirando un determinado escaparate.
Con esta tecnología sobre la mesa, quisieron dar un paso más e ir hacia la detección de tapabocas en las personas que transitan por las calles. Como no contaban con cámaras propias, la elegida fue la ubicada en la Peatonal Sarandí, una de las más turísticas del casco histórico montevideano, que pertenece a la empresa estatal de telecomunicaciones, Antel.
'Podemos contar el uso de máscara en estadística agregada. No es un sistema que identifique alguna persona, solamente podemos decir hay tantas personas con máscaras y tantas personas sin máscaras en esta unidad de tiempo', aclara.
La primera medición piloto que hicieron detectó que en el lapso de grabación pasaron 388 personas. De ellas, 158 fueron las que el software pudo analizar y los resultados marcaron que 81 de ellas usaron tapabocas (lo que representó un 51 %).
¿BARBA O TAPABOCAS?
Pese a que tienen bien desarrollado el software, algunas de las dificultades surgen a partir de la calidad de la imagen de esta cámara o su posición. En este sentido, las personas que caminan de espaldas al lente no pueden ser contabilizadas e incluso a veces el sistema ha confundido a personas con barba como si tuvieran un tapabocas.
Ya que la idea es que el sistema tenga el menor margen de error posible, Descoins cuenta que trataron de hacerlo 'robusto' y ante la duda, las personas son marcadas con amarillo para que después sea revisado nuevamente mientras que las que tienen tapabocas aparecen marcadas en verde y quienes no, en rojo.
'Fue una idea nuestra en base a que sabíamos trabajar con estas tecnologías y que habíamos visto que en Europa estaban encuestando 21.000 personas por semana (para saber cuántos usaban tapabocas). Vimos eso y dijimos seguramente con tecnología se puede hacer mejor', asegura.
De momento, ninguna autoridad del gobierno se comunicó con ellos para poder aplicar el software a mayor escala pero el director enfatiza que están abiertos a escuchar propuestas y analizar qué pueden hacer 'para ayudar durante esta crisis desde el lado de la tecnología'.
'Estamos buscando cómo seguir esto, no somos dueños de las cámaras, entonces no es tan sencillo. Pero estamos sí pensando qué cosas podemos obtener y mejorando el sistema para que sea algo que se pueda escalar y funcionar más rápido', asegura. EFE