El duque de Luxemburgo pasa página a su criticado viaje y recuerda a su padre
Bruselas, 5 ene (EFE).- El gran duque Enrique de Luxemburgo, criticado por sus navidades en Biarritz mientras en el Gran Ducado se aplicaban estrictas medidas contra el coronavirus, parece querer pasar página a la polémica y que se hable de otros temas, como de su padre, el gran duque Juan, que hoy hubiera cumplido 100 años.
En un comunicado, el gran duque ha dedicado unas emotivas palabras a su padre, veterano de la Segunda Guerra Mundial y apreciado jefe de Estado durante 36 años, que falleció en abril de 2019.
'En este día del cien aniversario del nacimiento de mi padre, el gran duque Juan, me gustaría junto con la gran duquesa, mis hermanos y toda nuestra familia dedicar un pensamiento de cariño a quien nos dejó hace casi dos años', ha señalado.
Muchas voces críticas han considerado que el viaje de los duques durante las fiestas navideñas a Biarritz, que tuvo lugar pocos días después de que el gran duque pidiera a los luxemburgueses en un discurso extremar las precauciones y 'no bajar la guardia' ante el virus, no fue un buen ejemplo.
Mientras ellos se encontraban en su residencia en el sur de Francia, Luxemburgo dio luz verde a nuevas restricciones sanitarias contra la pandemia.
Pese a las críticas a la falta de ejemplaridad, el gran duque no ha incumplido ninguna restricción.
Luxemburgo ha cerrado bares, restaurantes y ciertos comercios y aplica un toque de queda entre las 21 horas y las 06 horas, pero no establece limitaciones de movilidad en los territorios nacional o internacional.
Incluso el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, ha salido en defensa del gran duque, asegurando que no ha visto 'ningún problema' en su salida del país, puesto que se mantuvieron 'en contacto permanente' con el Gobierno para estar 'informados y cumplir con su deber'.
El último año han llovido las críticas hacia el gran duque Enrique y su esposa, María Teresa, en particular tras la publicación del 'informe Waringo', encargado por el Gobierno de Luxemburgo, que reveló el malestar del personal de los grandes duques y que a la vez ha impulsado cambios en la monarquía del país. EFE