EEUU presiona al presidente de Haití por jubilar a 3 jueces en plena crisis
La Embajada de Estados Unidos en Puerto Príncipe, el principal sostén diplomático del presidente de Haití, Jovenel Moise, lanzó este martes un comunicado con duros términos que pone una mayor presión sobre los hombros del mandatario, en momentos en los que la oposición busca arrebatarle el poder.
El mensaje diplomático expresa la “profunda preocupación” de Washington por cualquier acción que pueda 'socavar' las instituciones democráticas haitianas, en referencia a la jubilación forzosa de tres jueces opositores ordenada el lunes por Moise, en aparente violación de la Constitución.
“Hemos visto un decreto publicado muy tarde el 8 de febrero, retirando a tres jueces de la Corte de Casación. Estamos profundamente preocupados por cualquier acción que pueda socavar las instituciones democráticas haitianas”, refirió la embajada.
Entre los jueces retirados por Moise se encuentra Joseph Mécène Jean Louis, quien fue nombrado “presidente interino” por la oposición este lunes, en un desafío inédito a la autoridad del presidente.
A pesar del tono de la declaración de la embajada, esta pide la celebración de los comicios legislativos pospuestos desde 2019 “tan pronto como sea técnicamente posible” y que “poco después” se organicen las elecciones presidenciales, por lo que tácitamente mantiene su apoyo a que siga Moise en el cargo.
El mandatario ha planteado celebrar el próximo septiembre, en la misma fecha, las legislativas y las presidenciales, después de organizar un referéndum previsto para abril, en el que según sus planes se votará el texto de una nueva Constitución.
La tensión amaina en la calle
La tensión política que se vive en Haití desde el domingo pareció amainar este martes en las calles con una reanudación tímida del transporte y las actividades comerciales en la capital, aunque las escuelas se mantienen cerradas por segundo día consecutivo.
Moise, a quien la oposición exige que abandone el cargo porque supuestamente su mandato concluyó, trató de aparentar normalidad con el anuncio de que el Gobierno ha reservado 20 millones de dólares para organizar las elecciones y el referéndum constitucional.
A pesar de la calma de este martes, la oposición anunció que mañana realizará manifestaciones en varias ciudades como parte de su lucha para expulsar del poder a Moise, quien pretende continuar en la Presidencia hasta febrero de 2022.
Estos sectores nombraron ayer 'presidente interino' del país al juez de la Corte de Casación Joseph Mécène Jean Louis, uno de tres magistrados a quienes Moise jubiló horas después por decreto.
Críticas de las ONG
A todo esto, dos ONG defensoras de los derechos humanos acusaron este martes al gobernante, de denunciar falsamente a la oposición de preparar un golpe de Estado para crear 'un clima de terror' en el país.
La Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH) y la Fundación Je Klere rechazaron la existencia de una conspiración contra la seguridad del Estado y contra la vida de Moise y pidieron la libertad de la veintena de detenidos desde el pasado sábado.
La activista Marie Rosy Kesner Auguste, una de las responsables de la RNDDH, dijo a Efe que el Gobierno está imponiendo un 'estado de sitio' desde el sábado pasado, cuando comenzaron las detenciones de opositores.
“Las autoridades en funciones han establecido un estado de sitio en el país. Y en el estado de sitio, uno de los objetivos es crear un clima de terror”, dijo Kesner Auguste.
El senado interviene
También este martes, el Senado de Haití se pronunció por primera vez acerca de la crisis, algo que todavía no había hecho por la división de los únicos 10 senadores -de los 30 de la Cámara- que están en servicio.
En un comunicado, el Senado condenó “cualquier intento” de tomar el poder por la violencia y también condenó los 'excesos' del Gobierno y de la Policía en la represión de los opositores.
Las autoridades arrestaron el fin de semana a una veintena de personas implicadas en la supuesta conspiración golpista, entre ellos al juez de la Corte de Casación Ivickel Dabrésil, uno de los tres jubilados por Moise. EFE