De cómo una investigación de prensa reveló la ruina de la sanidad rumana
Marcel Gascón
Bucarest, 28 feb (EFE).- El fuego y el humo mataron a 27 personas durante un concierto de rock en una discoteca de Bucarest el 30 de octubre de 2015. Las infecciones y la falta de medios mataron luego a otras 38, revelando un escándalo de negligencia y corrupción en la sanidad pública que un documental analiza ahora.
'La cinta muestra cómo la sociedad rumana fue manipulada por sus gobernantes, que mintieron al decirle que podían tratar a los heridos', dice a Efe Alexander Nanau, el director de 'Colectiv', el documental que se estrena hoy en los cines rumanos y que desde el 19 de marzo podrá verse en la plataforma HBO.
UN ESCÁNDALO TRAS OTRO
El incendio y la muerte de 65 personas golpeó a la sociedad rumana en distintas oleadas.
Primero, la falta de medidas de seguridad y de permiso para celebrar conciertos del local fue visto como un símbolo de la corrupción y la dejadez de las autoridades.
Con miles de personas protestando en la calle, el Gobierno del entonces primer ministro, el socialdemócrata Victor Ponta, dimitió cuatro días después del fuego.
El segundo impacto fue la constatación del mal estado de la sanidad pública.
Pese a que Ponta dijo en un primer momento que Rumanía tenía tanta capacidad como Alemania para atender a las víctimas, muchos heridos tuvieron que ser trasladados a hospitales extranjeros al no tener el país suficientes centros para quemados.
Algunos de estos traslados se retrasaron debido a problemas burocráticos que costaron la vida a varios pacientes.
CORRUPCIÓN EN LOS HOSPITALES
El tercer choque llegó en abril de 2016, cuando una investigación del diario Gazeta Sporturilor reveló que más de trescientos hospitales rumanos utilizaban desinfectantes tan diluidos por la empresa proveedora, la farmacéutica Hexi Pharm, que sus efectos higiénicos eran nulos.
Nanau cuenta la intrahistoria de esa investigación periodística siguiendo paso a paso con su cámara al periodista Catalin Tolontan y su equipo de reporteros, ofreciendo una disección cien por cien real de la labor de la prensa a la hora de destapar escándalos.
En uno de los pasajes de 'Colectiv', fuentes de inteligencia confirman por teléfono a Tolontan que todos los presidentes que había tenido el país habían sido informados sobre la adulteración de los desinfectantes, sin que ninguno tomara medidas al respecto.
Aunque el documental no dice que la manipulación de los desinfectantes causara muertes entre las víctimas del incendio, sí ha quedado demostrado que muchos heridos fallecieron por infecciones bacterianas contraídas en los hospitales.
PACIENTES CON GUSANOS
El documental muestra también las denuncias de profesionales de la sanidad sobre el estado desastroso de los hospitales y la corrupción sistemática de sus dirigentes y del personal médico.
Camelia Roiu, doctora en el único hospital de quemados de Rumanía, filtró a la prensa un vídeo en el que se ven las quemaduras infectadas de gusanos de un superviviente del incendio.
'Los pacientes con quemaduras estaban desatendidos. Todo el mundo sabía, ya antes del 'Colectiv', que la gente moría allí, sabían del alto porcentaje de mortalidad por las infecciones, pero nadie decía nada', explicó Roiu durante uno de los preestrenos del documental.
Roiu habló del acoso al que le sometieron algunos de sus compañeros por haber destapado la negligencia profesional en el centro.
Una negligencia, dijo, que llegaba a que algunos médicos usaban los quirófanos del centro público para operaciones de cirugía estética a pacientes privados, por las que cobraban aparte.
EL PODER POLÍTICO DESDE DENTRO
La cinta de Nanau también se ocupa de Vlad Voiculesc, antiguo activista por los derechos por los pacientes, que ocupó la cartera de Sanidad tras el escándalo de los desinfectantes.
'Colectiv' sigue al joven ministro en sus esfuerzos por empezar a reconstruir un sistema que él mismo califica de 'putrefacto', sin dejar de prestar servicios con los escasos medios y personal con que contaba.
Nanau recoge también como los supervivientes del incendio tuvieron que aprender a vivir con los traumas físicos y los familiares de las víctimas mortales a soportar el dolor de su ausencia.
Las investigaciones de Gazeta Sporturilor desarticularon la trama de los desinfectantes, que además eran vendidos a un precio superior al de mercado, pero el dueño de la empresa nunca fue juzgado porque murió en un accidente de tráfico.
El Gobierno también adoptó leyes para despolitizar la gestión de los hospitales, aunque la doctora Roiu asegura que fueron medidas 'cosméticas' y que en el suyo no hubo relevo en los puestos de dirección.
Con todo, Nanau ve en la movilización ciudadana de después del incendio algo inédito en la Rumanía democrática.
'Por primera vez desde la revolución -contra la dictadura comunista de 1989- da la impresión de que las generaciones jóvenes reclama sus derechos y entiende que no se puede continuar sin desplazar del poder a la generación de sus padres'. EFE