Cuba pide que los incidentes de diplomáticos de EEUU dejen de ser politizados
La Habana, 15 dic (EFE).- Científicos cubanos pidieron este martes que se dejen de politizar los aún inexplicados problemas de salud sufridos por diplomáticos de EE.UU. y Canadá en La Habana, y refutaron nuevamente que las dolencias fueran causadas por un ataque mediante ondas de radiofrecuencia.
Miembros de la Academia de Ciencias de Cuba discreparon de un informe publicado recientemente por especialistas estadounidenses que afirma que el 'candidato más plausible al origen de los síntomas fue la exposición a ondas de radiofrecuencia'.
'Esta afirmación no se respalda con evidencias directas, ni por un examen crítico de la literatura disponible, ni por el cuerpo principal del propio reporte', insistió el presidente de la Academia cubana, Luis Velázquez, en una declaración leída hoy a la prensa.
Los especialistas cubanos reconocen, sin embargo, que el reporte del Comité Permanente de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería, Medicina de los Estados Unidos (NASEM), 'avanzó en definir la caracterización de los padecimientos y emitió recomendaciones válidas'.
'Recomendaríamos que tanto los periodistas como los gobiernos escuchen a la ciencia y se abstengan de respaldar teorías de conspiración (...). Los padecimientos reportados por los diplomáticos y sus familiares deben considerarse y tratarse como un problema de salud, no como una cuestión política', subrayó Velázquez.
VOLUNTAD DE COOPERACIÓN
Hasta 26 funcionarios y diplomáticos de EE.UU. y 14 de Canadá destinados en La Habana han presentado desde principios de 2017 síntomas como lesiones cerebrales, mareos, dolores de cabeza y falta de capacidad de concentración por motivos que aún se desconocen.
Ambas embajadas redujeron al mínimo su personal por este motivo y, en el caso de EE.UU., algunas de sus autoridades calificaron los incidentes como 'ataques' acústicos o sónicos, lo que ha causado fuertes tensiones diplomáticas bilaterales.
'Periódicos y políticos han distorsionado el contenido del reporte (de la NASEM). Solo han utilizado fragmentos aislados para su conveniencia, ignorando muchas partes que van en contra de esta teoría conspirativa de que los diplomáticos fueron atacados con una misteriosa arma de rayos que causó daño cerebral', aseguró el director general del Centro de Neurociencias en la Habana, Mitchell Valdés.
El especialista reiteró que sus colegas creen firmemente que 'no hay evidencia de un arma misteriosa', como tampoco hay pruebas sólidas de 'que este es un grupo de personas que tienen la misma enfermedad'.
'Todos los científicos cubanos tenemos la voluntad de colaborar con nuestros colegas en EE.UU. y otros países para esclarecer este asunto', subrayó.
Valdés puso como ejemplo de cooperación el proyecto de investigación conjunta con Canadá para evaluar a personas expuestas a plaguicidas, otra de las hipótesis manejada para explicar los incidentes.
Estos incidentes de salud han constituido uno de los principales puntos de fricción entre Cuba y la Administración de Donald Trump, quien en los últimos cuatro años ha dado marcha atrás al 'deshielo' con la isla promovido por su antecesor, Barack Obama.
A lo largo de su mandato Trump ha endurecido con nuevas sanciones el embargo vigente sobre Cuba desde hace seis décadas, una política que Washington ha justificado en las supuestas injerencias de Cuba para mantener en el poder al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, así como en la situación de los derechos humanos en la isla. EFE