Bukele echó mano de la desinformación para manejar la pandemia, según estudio
El dato fue revelado en el análisis “Agnatología y pandemia” elaborado por el abogado Herman Duarte para obtener la maestría en Ciencias de Derechos Humanos y Política
El Gobierno del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, se valió de la desinformación y de prácticas que promueven la ignorancia para manejar los primeros meses de la pandemia del COVID-19 y durante el confinamiento, según un estudio dado a conocer este miércoles.
El análisis “Agnatología y pandemia: un caso de estudio sobre prácticas agnotológicas en respuestas al coronavirus por parte del Gobierno de El Salvador” fue elaborado por el abogado Herman Duarte para obtener la maestría en Ciencias de Derechos Humanos y Política en una universidad del Reino Unido.
De acuerdo con Duarte, que analizó más de 12,700 publicaciones entre marzo y julio de 2020 en las redes sociales de Bukele, la Casa Presidencial y el Ministerio de Salud, “el Gobierno incurre en prácticas de agnatología”, que definió como una estrategia para generar confusión o ignorancia.
Explicó que entre estas se encuentra el “secretismo” con la negación de todos los datos referentes a la atención de pacientes o fallecidos por la pandemia.
Añadió que también se valió del “fundamentalismo religioso”, la “desinformación” y la llamada “estrategia de las tabacaleras”, que busca producir ignorancia, duda y confusión.
Según Duarte, entre los ejes temáticos de los mensajes se encuentra el “descrédito de los otros”, en referencia a supuestos ataques contra organizaciones humanitarias, académicos, el Congreso y la Corte Suprema de Justicia, a los que se caracterizó como “corruptos y asesinos”.
“¿Qué es lo que hacen estos tuits?, es como un constante choque a las paredes de lo que sostiene el Estado de derecho. Las raja, quiebra esas paredes”, aseveró.
Durante la presentación, el rector de la Universidad Centroamericana (UCA), Andreu Oliva, aseguró que durante la pandemia se ha dado desde el Gobierno un “desprecio” por las víctimas y se han utilizado “para sus propios fines políticos y la acumulación del poder”.
“Se trata de crear una imagen distorsionada de la realidad que agrade a la población y así obtener su apoyo y adhesión con el fin de acumular más poder y si es posible, hacerse con el poder total”, subrayó el jesuita.
El Salvador registra 49,539 casos confirmados del COVID-19 de los que 1,447 fallecieron, 43,810 se han recuperado y 4,282 permanecen activos.
Reportes de las alcaldías entregados a la Asamblea Legislativa indican que hasta inicios de noviembre se registraban al menos 1,879 inhumaciones de personas fallecidas, según su acta de defunción, a causa del coronavirus.
En esa fecha, el dato de personas fallecidas de las alcaldías era superior en un 88 % a la cifra reconocida oficialmente por el Gobierno.
El manejo de la pandemia por el Ejecutivo de Bukele se ha marcado por los constantes enfrentamientos con el Congreso y la Corte Suprema, órganos a los que acusa el mandatario de quitarle facultades para encarar la situación sanitaria.