"El uso de las buenas tecnologías es primordial en las elecciones"
SANTO DOMINGO. Julio Téllez comprende los desafíos que tiene un proceso político, tanto por el nivel propagandístico como por la seguridad que debe haber en materia de arbitraje.
El espionaje y el manejo de las tecnologías son elementos que enfoca desde una perspectiva legal y política.
Téllez, quien vino al país desde México a inaugurar el Observatorio Político Dominicano de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), habló con DL.
P. ¿Cómo debe manejarse un proceso electoral con el gran desafío que trae la tecnología?
R. En el caso del Instituto Federal Electoral, se ha tenido el cuidado de manejar tecnologías seguras, y en ese sentido, el encriptar la información para que no pueda ser objeto de desciframiento, a menos que se tenga la clave correspondiente.
Sin embargo, no puedo ocultar la vulnerabilidad que existe actualmente en materia de manejo de la información y asuntos recientes, como la incursión del grupo Anonymous en páginas gubernamentales, dan cuenta de la exposición que se tiene para que, a pesar de las medidas que se tomen al respecto, pues se pueda incurrir en situaciones que puedan provocar desconcierto. Pensemos, hipotéticamente, no estoy afirmando que pueda suceder, que la elección del 20 de mayo de ustedes se pretendan dar los resultados preliminares en el portal de la Junta y que fuera objeto de un hackeo, un bloqueo, una denegación de servicios.
Eso podía prestar a que el electorado despertara en ellos una suspicacia: algo está sucediendo, se está fraguando, quizás, algún fraude electoral. Entonces, lo que yo he comentado es que el buen uso de la tecnología nos puede llevar a hacer las cosas mejor y de manera más eficiente.
Mencionaba la necesidad de firmar un pacto de civilidad entre los candidatos y los partidos del buen uso de esas tecnologías, pero también los órganos electorales deben emitir acuerdos, o en su caso resoluciones, de cómo van a usar la tecnología y qué tipo de tecnología con motivo de los comicios. Es lógico de que como se está mucho en disputa haya la susceptibilidad, el electorado, pueda estar desconcertado en cuanto a que si no empiezan a fluir resultados, se puedan estar manipulando, entonces, la rapidez es un asunto primordial.
P. ¿Qué riesgos entraña para el sistema democrático el que las tecnologías sean tan vulnerables a la intervención un intruso?
R. Desde un principio, las nuevas tecnologías empiezan a despertar algún tipo de dudas o rechazo, pero si usted lo ve al poco tiempo las personas una vez que se sincronizan con esa tecnología la convierten en un elemento primordial.
Le voy a poner un ejemplo: los teléfonos celulares, ¿En un principio cuántas gentes lo rechazaban? Y ahora todos portan un teléfono celular.
Entonces, es cuestión de confiar en la tecnología, esto es muy importante. Pero la tecnología en buena medida dará los resultados que pretendemos si quienes la programan o la administran lo hacen en debida forma. A lo que quiero llegar es que ese buen uso estriba en tener, no sólo los mejores equipos, sino que exista una ética en cuanto al buen uso de estas tecnologías.
Nosotros, en la Universidad Nacional Autónoma de México y en el Instituto de Investigaciones Jurídicas, estamos tratando de desarrollar las cosas, salvaguardando no sólo imparcialidad, sino también la seguridad de la información, pero eso no exime que podemos estar expuestos a alguien intentara entrar a algunos de nuestros portales, que no ha sido el caso porque se ha visto que lo nuestro es sumamente diáfano y no tendría por qué ser motivo de suspicacia.
P. En materia política y más cuando se trata de un proceso electoral muy reñido o disputado, sale a relucir el caso del espionaje telefónico, ¿Cómo se manifiesta esta cuestión en materia de lealtad política?
R. Es un tema que les está preocupando y con justa razón. Yo le comento a grandes rasgos, el caso de México está regulada la eventual, pero esto tiene que ser a través de un mandato judicial. A lo que quiero llegar es que quizás buena parte de esas conversaciones telefónicas que se estén ventilando en los medios es que se obtuvieron ilegalmente. Pero las personas hacen a un lado el que se obtuvieron de manera ilegal, quieren escucharlo y quieren de algún modo hacer una resonancia de lo que ahí se mencionó.