La violencia escolar amenaza el aprendizaje de los estudiantes, dice estudio
Esa es la principal conclusión de una investigación hecha por una profesora del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec) y que fue recogida en un libro
Los niveles de violencia que se viven en las escuelas de República Dominicana están recubiertos por una alta tolerancia cultural, lo que pone en riesgo la calidad de la educación que reciben los estudiantes, así como la convivencia entre estos y docentes.
La afirmación es una de las principales conclusiones del libro “Estar, ser y convivir en la escuela. Una mirada profunda a la violencia escolar en República Dominicana”, de la doctora Berenice Pacheco-Salazar, docente e investigadora del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), coeditado por la universidad, la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y el Instituto Nacional de Formación y Capacitación del magisterio (Inafcam).
De acuerdo a los planteamientos del libro, la violencia es una problemática frecuente en la cotidianidad de los centros educ?ativos y se manifiesta en violencia verbal (murmuraciones o chismes, ofensas, uso de sobrenombres y amenazas), violencia cibernética, violencia sexual y violencia física.
Pacheco-Salazar estuvo ocho meses trabajando con los estudiantes de dos centros educativos urbanos del sector público, ubicados en sectores marginales, en los cuales levantó información a través de las técnicas de observación no-participante, talleres lúdicos creativos (expresión teatral, dibujo y escritura creativa), grupos focales y entrevistas a profundidad. La muestra consistió en 23 docentes y 604 estudiantes de primaria y secundaria.
Los datos que obtuvo llevan a la investigadora a afirmar que la violencia escolar es un problema sistémico que, en el caso de la agresiones físicas que se evidencia con el porte y uso de armas blancas (navajas, cuchillos, puñales, agujas, pinchos de pelo) parece estar generalizado entre el alumnado, pues son utilizados para agredir, amenazar y en “defensa propia”.
“Más allá de ser un fenómeno esporádico o episódico, la violencia escolar es un problema sistémico que afecta las dinámicas sociales sobre las que debe producirse la actividad educativa y, por tanto, constituye un obstáculo para la mejora de la calidad educativa, el logro de los aprendizajes y el sano desarrollo de estudiantes y docentes”, afirmó Pacheco-Salazar.
En el caso de los docentes, el estudio arrojó que “hay una evidente violencia ejercida por profesores” y por la institución educativa hacia el alumnado, a través de la no atención a la diversidad, las suspensiones y el control de las identidades y estéticas juveniles. Asimismo, el estudio también conecta los distintos tipos de violencia que ocurren en los planteles con la violencia de género.
Mecanismo de respuesta
Las principales estrategias implementadas por la población estudiantil para hacer frente a la violencia escolar son: la acción de delatar o “chivatear”, y la de reaccionar y defenderse de forma violenta.
Según los resultados de la investigación, eso se sustenta en tres factores principales: la consideración de que las autoridades escolares no ofrecen protección ni apoyo eficaz ante episodios de violencia; los débiles mecanismos institucionales en el centro educativo para abordar la problemática; y la carencia de educación emocional, puesto que el estudiantado no dispone de herramientas para manejar sus sentimientos ni los conflictos de manera pacífica y armónica.
La profesora recomienda programas integrales y eficaces de trabajo para la convivencia escolar, para incidir en la perpetuación de la problemática como forma de relación cotidiana, lo que asegura es una carencia en el sistema educativo.
Pacheco-Salazar es coordinadora de Generación del Conocimiento, Innovación y Derechos Humanos de la OEI. Profesora e investigadora del Área de Ciencias Sociales y Humanidades del Intec.