Duros golpes al narcotráfico en Cuba
A cuatro años del inicio de la Operación "Coraza Popular" sigue decreciendo la presencia de drogas en el país; disminuyen los recalos y avistamientos de embarcaciones y aeronaves sospechosas en
LA HABANA, CUBA.- Un balance de los principales resultados del enfrentamiento al tráfico ilícito de drogas y la labor preventiva cubana durante el año 2006 muestra como fruto fundamental la constante disminución de la presencia de drogas en el país, con 1,7 toneladas de narcóticos incautados, la cifra más baja de los últimos 11 años y casi cuatro veces menor que la detectada en el 2003.
La continuación y consolidación de las operaciones "Aché III" contra el narcotráfico internacional y "Coraza Popular" para golpear al incipiente mercado interno, unido al fortalecimiento de los programas preventivos y de rehabilitación promovidos por los Organismos de la Administración Central del Estado y las organizaciones políticas y de masas, permitieron avanzar en el empeño del país por frenar y disminuir al mínimo el impacto de esa amenaza global.
Ese enfoque multilateral, con el apoyo y la participación decisiva del pueblo, ha impedido la entrada sostenida de drogas al país pese a la complejidad que sigue teniendo el fenómeno a nivel mundial, su impacto en nuestra región geográfica y sus amenazas para el país; disminuyen los recalos; se alejan de nuestras costas las rutas del narcotráfico internacional y son mínimas las cantidades de drogas detectadas en el incipiente mercado interno (menos de 36 kg.)
Continuó la tendencia al reducido empleo de nuestro entorno geográfico para el desarrollo de operaciones de narcotráfico, al registrarse solo el avistamiento de 24 lanchas y 9 aeronaves.
ENFRENTAMIENTO INTEGRAL
Según expertos, en ese comportamiento han incidido —entre otros factores— la actuación del dispositivo de la Operación "Aché III", la severidad de las sanciones impuestas a los narcotraficantes detenidos y el intercambio de información con servicios extranjeros, lo que permitió que la Dirección de Tropas Guardafronteras frustrara una operación en la que se aseguraron más de 900 kg de marihuana y que la Real Fuerza de Defensa de Bahamas neutralizara otra en la que ocupó un cargamento, un medio naval y fueran detenidos los implicados.
En consecuencia los recalos de drogas se han mantenido reducidos como en los últimos dos años. Por ese concepto, se aseguraron 667,08 kg de drogas (564,33 kg de marihuana y 102,75 kg de cocaína) en 97 hechos.
Las informaciones trasladadas a servicios homólogos contribuyeron a que frustraran 2 operaciones de narcotráfico con el empleo de buques mercantes y ocuparan más de 5 toneladas de cocaína.
Se mantuvo reducida la utilización de la frontera aérea para actividades de narcotráfico al detectarse desde enero 11 hechos de este tipo, todos por el aeropuerto internacional José Martí, dada la diversidad de sus conexiones internacionales, en los que se aseguraron 13,9 kg de drogas.
El desempeño de los órganos que actúan en la frontera aérea y la profundidad permitieron obstaculizar canales de entrada de drogas a Cuba; impedir su trasiego desde otros países hacia terceros tratando de utilizar el nuestro, y evitar el traslado de dinero proveniente de narcotráfico por un monto superior a los 600 000 dólares, a partir de la captura de 4 correos en dos hechos.
En las terminales aéreas fueron detectados 284 extranjeros que traían pequeñas dosis para el consumo personal, a quienes se les incautó la droga y aplicó medidas administrativas.
Desde enero del 2003 (inicio de "Coraza Popular") hasta diciembre del 2006, en los tribunales se han juzgado más de 2 000 causas por delitos relacionados con ilícitos de drogas o de sustancias de efectos similares, en los que resultaron sancionados extranjeros y cubanos, manteniéndose la política de severidad en las sanciones, teniendo en cuenta la gravedad de los hechos y las circunstancias personales de los comisores.
La estrategia cubana para la atención a las adicciones se siguió perfeccionando sobre la base de: promover el desarrollo de estilos de vida saludables en la población general; ampliar las opciones sanas de recreación; desarrollar la divulgación y consejería orientadas a prevenir el consumo (se cuenta con una línea telefónica confidencial de ayuda en cada provincia); fortalecer la capacitación del personal; conformar la red asistencial en los tres niveles de atención de salud; controlar y prevenir el desvío de medicamentos; estimular la deshabituación, rehabilitación y reinserción sociolaboral y familiar de los adictos.
Un estudio de carácter nacional realizado entre julio y septiembre del 2006, a casi cuatro años del inicio de "Coraza Popular", por el Centro de Estudios Sociopolíticos y de Opinión (CESPO), acerca de la eficiencia de la labor de prevención y enfrentamiento al uso indebido de drogas, evidenció conocimiento y una percepción positiva por parte de la población de los alentadores resultados logrados; valoración mayoritaria de que son efectivas y adecuadas las medidas adoptadas, y se insiste en la necesidad de un trabajo preventivo cada vez más cohesionado y sistemático en la comunidad.
Más allá de las cifras, los resultados cubanos obedecen a la acumulación de esfuerzos, políticas coherentes y un enfoque multifactorial.
Desde diciembre del 2002 no se han detenido los análisis permanentes y la búsqueda de soluciones oportunas a los problemas por la Comisión Nacional de Drogas, las provincias y los municipios; continúan los estudios sistemáticos sobre la efectividad de los planes de acción preventivos y de enfrentamiento de las distintas instituciones, organizaciones políticas y de masas, así como los ejercicios de control especial que llevan a cabo el Partido Comunista de Cuba, el Gobierno, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, los Ministerios de la Agricultura, Educación, Educación Superior, Cultura, Salud Pública y el INDER entre otras instituciones, que llegan con un espíritu fundamentalmente de ayuda y control para el perfeccionamiento hasta los lugares más apartados, poblados montañosos, cooperativas, granjas agropecuarias, centros culturales, deportivos y estudiantiles de todas las enseñanzas, hospitales, laboratorios y farmacias.
PRESTIGIO CON RESULTADOS
El fortalecimiento de la colaboración con servicios antinarcóticos de otros países, el desarrollo de los vínculos de cooperación bilateral con más de una treintena de naciones y las medidas permanentes de enfrentamiento al narcotráfico internacional en todos los frentes, además de facilitar la obtención de resultados en el orden operativo, ha contribuido a elevar el prestigio internacional y el respeto de autoridades especializadas del mundo con las que se mantiene fructífera relación.
Las actividades de colaboración internacional de los órganos de enfrentamiento se han consolidado a partir del intercambio de información operativa a "tiempo real" con servicios homólogos en función de la realización de investigaciones conjuntas contra organizaciones criminales y narcotraficantes, incluido el control y detención de personas objeto de seguimiento.
También se han profundizado los nexos de colaboración con la Secretaría General de INTERPOL y sus oficinas centrales nacionales para intercambio de información de interés y el control de criminales circulados internacionalmente. Uno de ellos capturado este año en Cuba y entregado a las autoridades alemanas.
Con las autoridades de EE.UU. no se ha podido obtener semejantes resultados en la cooperación por la posición mantenida por ese gobierno, que además de negarse a suscribir acuerdos de cooperación con nuestro país en esa esfera, no reconoce de forma objetiva los resultados de Cuba, los cuales tergiversa y manipula sistemáticamente desde los primeros años de la Revolución.
Pese a décadas de infamias y burdas campañas, Washington no ha podido contar nunca con un solo elemento para considerarnos una nación de almacenamiento, tránsito, exportadora ni importante consumidora de drogas.
El Informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la ONU correspondiente al 2006 señala textualmente: "En Cuba, como parte de la Operación Aché III se está intensificando aún más la lucha contra el narcotráfico mediante el aumento del reconocimiento aéreo, marítimo y radiotécnico y de la cantidad de efectivos guardafronteras. Esos esfuerzos están ayudando a consolidar el éxito de la Operación en cuanto a prevenir el tráfico marítimo, incautarse de un gran volumen de remesas de drogas ilícitas y sostener un intercambio constante de información con los organismos regionales competentes".
Asimismo, el documento de Naciones Unidas reconoce las mejoras en la presentación de datos estadísticos por parte de nuestro país.
Mientras resulta difícil constatar los verdaderos frutos de los 25 000 millones de dólares que se dice EE.UU. ha gastado en los últimos 20 años en la "guerra antidrogas" en América Latina, las estrategias de enfrentamiento y prevención de nuestro pequeño país, constantemente agraviado por campañas difamatorias del "juez" y rechazada su abierta disposición a cooperar, han logrado con muchísimos menos recursos, pero con una férrea voluntad política, transparencia y honestidad, obtener triunfos estratégicos importantes en esta batalla, para bien de nuestra seguridad nacional y al mismo tiempo para la de nuestros vecinos, incluidos los estadounidenses, que eran los destinatarios de gran parte de la droga incautada por Cuba en los últimos años.
Consciente de los peligros y firme en su voluntad política, el Estado cubano asume que la batalla contra las drogas, la corrupción, el enriquecimiento ilícito, las conductas antisociales y demás ilegalidades no es cuestión de una ofensiva temporal, coyuntural o campaña. Es una confrontación inaplazable por el futuro y el destino de la Revolución y las nuevas generaciones, cuando nos insertamos en un mundo estremecido por el crimen organizado y las más diversas mafias, alentadas por la globalización neoliberal que todo convierte en mercancía, a los habitantes en consumidores y a unos pocos en grandes ricos.
Como se advirtió en el editorial del periódico Granma, en enero del 2003, cuando comenzaba "Coraza Popular": "ante este adverso fenómeno, la posición de la Revolución es categórica: no admitirá nada que atente contra la seguridad, la salud, la ética, la dignidad y los valores que hemos creado frente a todos los peligros. No habrá impunidad para nadie".
La continuación y consolidación de las operaciones "Aché III" contra el narcotráfico internacional y "Coraza Popular" para golpear al incipiente mercado interno, unido al fortalecimiento de los programas preventivos y de rehabilitación promovidos por los Organismos de la Administración Central del Estado y las organizaciones políticas y de masas, permitieron avanzar en el empeño del país por frenar y disminuir al mínimo el impacto de esa amenaza global.
Ese enfoque multilateral, con el apoyo y la participación decisiva del pueblo, ha impedido la entrada sostenida de drogas al país pese a la complejidad que sigue teniendo el fenómeno a nivel mundial, su impacto en nuestra región geográfica y sus amenazas para el país; disminuyen los recalos; se alejan de nuestras costas las rutas del narcotráfico internacional y son mínimas las cantidades de drogas detectadas en el incipiente mercado interno (menos de 36 kg.)
Continuó la tendencia al reducido empleo de nuestro entorno geográfico para el desarrollo de operaciones de narcotráfico, al registrarse solo el avistamiento de 24 lanchas y 9 aeronaves.
ENFRENTAMIENTO INTEGRAL
Según expertos, en ese comportamiento han incidido —entre otros factores— la actuación del dispositivo de la Operación "Aché III", la severidad de las sanciones impuestas a los narcotraficantes detenidos y el intercambio de información con servicios extranjeros, lo que permitió que la Dirección de Tropas Guardafronteras frustrara una operación en la que se aseguraron más de 900 kg de marihuana y que la Real Fuerza de Defensa de Bahamas neutralizara otra en la que ocupó un cargamento, un medio naval y fueran detenidos los implicados.
En consecuencia los recalos de drogas se han mantenido reducidos como en los últimos dos años. Por ese concepto, se aseguraron 667,08 kg de drogas (564,33 kg de marihuana y 102,75 kg de cocaína) en 97 hechos.
Las informaciones trasladadas a servicios homólogos contribuyeron a que frustraran 2 operaciones de narcotráfico con el empleo de buques mercantes y ocuparan más de 5 toneladas de cocaína.
Se mantuvo reducida la utilización de la frontera aérea para actividades de narcotráfico al detectarse desde enero 11 hechos de este tipo, todos por el aeropuerto internacional José Martí, dada la diversidad de sus conexiones internacionales, en los que se aseguraron 13,9 kg de drogas.
El desempeño de los órganos que actúan en la frontera aérea y la profundidad permitieron obstaculizar canales de entrada de drogas a Cuba; impedir su trasiego desde otros países hacia terceros tratando de utilizar el nuestro, y evitar el traslado de dinero proveniente de narcotráfico por un monto superior a los 600 000 dólares, a partir de la captura de 4 correos en dos hechos.
En las terminales aéreas fueron detectados 284 extranjeros que traían pequeñas dosis para el consumo personal, a quienes se les incautó la droga y aplicó medidas administrativas.
Desde enero del 2003 (inicio de "Coraza Popular") hasta diciembre del 2006, en los tribunales se han juzgado más de 2 000 causas por delitos relacionados con ilícitos de drogas o de sustancias de efectos similares, en los que resultaron sancionados extranjeros y cubanos, manteniéndose la política de severidad en las sanciones, teniendo en cuenta la gravedad de los hechos y las circunstancias personales de los comisores.
La estrategia cubana para la atención a las adicciones se siguió perfeccionando sobre la base de: promover el desarrollo de estilos de vida saludables en la población general; ampliar las opciones sanas de recreación; desarrollar la divulgación y consejería orientadas a prevenir el consumo (se cuenta con una línea telefónica confidencial de ayuda en cada provincia); fortalecer la capacitación del personal; conformar la red asistencial en los tres niveles de atención de salud; controlar y prevenir el desvío de medicamentos; estimular la deshabituación, rehabilitación y reinserción sociolaboral y familiar de los adictos.
Un estudio de carácter nacional realizado entre julio y septiembre del 2006, a casi cuatro años del inicio de "Coraza Popular", por el Centro de Estudios Sociopolíticos y de Opinión (CESPO), acerca de la eficiencia de la labor de prevención y enfrentamiento al uso indebido de drogas, evidenció conocimiento y una percepción positiva por parte de la población de los alentadores resultados logrados; valoración mayoritaria de que son efectivas y adecuadas las medidas adoptadas, y se insiste en la necesidad de un trabajo preventivo cada vez más cohesionado y sistemático en la comunidad.
Más allá de las cifras, los resultados cubanos obedecen a la acumulación de esfuerzos, políticas coherentes y un enfoque multifactorial.
Desde diciembre del 2002 no se han detenido los análisis permanentes y la búsqueda de soluciones oportunas a los problemas por la Comisión Nacional de Drogas, las provincias y los municipios; continúan los estudios sistemáticos sobre la efectividad de los planes de acción preventivos y de enfrentamiento de las distintas instituciones, organizaciones políticas y de masas, así como los ejercicios de control especial que llevan a cabo el Partido Comunista de Cuba, el Gobierno, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, los Ministerios de la Agricultura, Educación, Educación Superior, Cultura, Salud Pública y el INDER entre otras instituciones, que llegan con un espíritu fundamentalmente de ayuda y control para el perfeccionamiento hasta los lugares más apartados, poblados montañosos, cooperativas, granjas agropecuarias, centros culturales, deportivos y estudiantiles de todas las enseñanzas, hospitales, laboratorios y farmacias.
PRESTIGIO CON RESULTADOS
El fortalecimiento de la colaboración con servicios antinarcóticos de otros países, el desarrollo de los vínculos de cooperación bilateral con más de una treintena de naciones y las medidas permanentes de enfrentamiento al narcotráfico internacional en todos los frentes, además de facilitar la obtención de resultados en el orden operativo, ha contribuido a elevar el prestigio internacional y el respeto de autoridades especializadas del mundo con las que se mantiene fructífera relación.
Las actividades de colaboración internacional de los órganos de enfrentamiento se han consolidado a partir del intercambio de información operativa a "tiempo real" con servicios homólogos en función de la realización de investigaciones conjuntas contra organizaciones criminales y narcotraficantes, incluido el control y detención de personas objeto de seguimiento.
También se han profundizado los nexos de colaboración con la Secretaría General de INTERPOL y sus oficinas centrales nacionales para intercambio de información de interés y el control de criminales circulados internacionalmente. Uno de ellos capturado este año en Cuba y entregado a las autoridades alemanas.
Con las autoridades de EE.UU. no se ha podido obtener semejantes resultados en la cooperación por la posición mantenida por ese gobierno, que además de negarse a suscribir acuerdos de cooperación con nuestro país en esa esfera, no reconoce de forma objetiva los resultados de Cuba, los cuales tergiversa y manipula sistemáticamente desde los primeros años de la Revolución.
Pese a décadas de infamias y burdas campañas, Washington no ha podido contar nunca con un solo elemento para considerarnos una nación de almacenamiento, tránsito, exportadora ni importante consumidora de drogas.
El Informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la ONU correspondiente al 2006 señala textualmente: "En Cuba, como parte de la Operación Aché III se está intensificando aún más la lucha contra el narcotráfico mediante el aumento del reconocimiento aéreo, marítimo y radiotécnico y de la cantidad de efectivos guardafronteras. Esos esfuerzos están ayudando a consolidar el éxito de la Operación en cuanto a prevenir el tráfico marítimo, incautarse de un gran volumen de remesas de drogas ilícitas y sostener un intercambio constante de información con los organismos regionales competentes".
Asimismo, el documento de Naciones Unidas reconoce las mejoras en la presentación de datos estadísticos por parte de nuestro país.
Mientras resulta difícil constatar los verdaderos frutos de los 25 000 millones de dólares que se dice EE.UU. ha gastado en los últimos 20 años en la "guerra antidrogas" en América Latina, las estrategias de enfrentamiento y prevención de nuestro pequeño país, constantemente agraviado por campañas difamatorias del "juez" y rechazada su abierta disposición a cooperar, han logrado con muchísimos menos recursos, pero con una férrea voluntad política, transparencia y honestidad, obtener triunfos estratégicos importantes en esta batalla, para bien de nuestra seguridad nacional y al mismo tiempo para la de nuestros vecinos, incluidos los estadounidenses, que eran los destinatarios de gran parte de la droga incautada por Cuba en los últimos años.
Consciente de los peligros y firme en su voluntad política, el Estado cubano asume que la batalla contra las drogas, la corrupción, el enriquecimiento ilícito, las conductas antisociales y demás ilegalidades no es cuestión de una ofensiva temporal, coyuntural o campaña. Es una confrontación inaplazable por el futuro y el destino de la Revolución y las nuevas generaciones, cuando nos insertamos en un mundo estremecido por el crimen organizado y las más diversas mafias, alentadas por la globalización neoliberal que todo convierte en mercancía, a los habitantes en consumidores y a unos pocos en grandes ricos.
Como se advirtió en el editorial del periódico Granma, en enero del 2003, cuando comenzaba "Coraza Popular": "ante este adverso fenómeno, la posición de la Revolución es categórica: no admitirá nada que atente contra la seguridad, la salud, la ética, la dignidad y los valores que hemos creado frente a todos los peligros. No habrá impunidad para nadie".