Dos distritos municipales se oponen a la construcción de la presa en el río Haina

SAN CRISTÓBAL. Los distritos municipales La Cuchilla y Medina, sus habitantes y unas 19 organizaciones, están opuestos y renuentes a la construcción de una presa sobre el río Haina. Admiten que no conocen el proyecto que se encuentra en manos de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (Caasd), pero en la psiquis del pueblo quedan los remanentes del plan presa Madrigal, una obra fracasada, que fue propuesta en 1983 y recogida fallidamente en 2009.

Los moradores quieren que su rechazo se escuche. Mujeres y niños interceptaron el vehículo de DL para decir "no" a la construcción de la presa. María de Jesús Torres, nativa de la sección de Loma Verde, fungió de vocera del grupo. "Tenemos familias de toda la vida aquí y no vamos a permitir que nos saquen. Nos vamos a tirar a la calle si es necesario", dijo.

El Comité de Defensa de los Afectados por la presa Río Haina denuncia que la construcción del embalse desplazaría, inundaría e incomunicaría a unas 25 mil personas, sus viviendas y granjas, lo que representaría un gran daño para la actividad comercial de las otras 80 comunidades, parajes, secciones y distritos municipales que se desarrollan en ambas riberas del río Haina y el municipio Villa Altagracia.

El presidente del comité contra la presa, Martín Nivar Piña, explica en un mapa, que la toma creará una suerte de lago que se tragaría no menos de diez comunidades y dejaría incomunicadas a las otras restantes. El lago dejaría inundados a los residentes de Los Conucos, Frasquito Gómez, Hato Viejo, Los Anones, La Rosa, Mata de Iglesia, Loma Sucia, Castaño, Orboa, entre otros.

Juan Francisco Liriano, agricultor cacaotero, señala que en 2012 la zona a ser afectada produjo más de 100 mil quintales de cacao, además de los diversos rubros que se cultivan en la región y forman parte de la alimentación y el comercio de los habitantes.

El director del liceo y de la escuela básica El Caobal, Guadalupe Reynoso Marte, añade que cientos de niños y jóvenes serían desplazados en caso de llevarse a cabo la obra.

El alcalde del distrito municipal Medina, Juan Pablo Nivar, admite que uno de los principales temores de la población es el desconocimiento. "Ahora mismo no sabemos a quién afecta, ni quiénes saldrán afectados".

Al dirigente comunitario Blas de León le preocupa la incertidumbre. "Queremos saber la suerte de nosotros. No hay notificación, no hay conversación con la Caasd, ni con el Indrhi, ni con Inapa, no hay nada", cuenta, "y yo que soy un hombre mayor de más de sesenta años, que se dedica al campo y ahora soy mecánico, no hago nada si me llevan a vivir en la cuarta planta de un apartamento del Gobierno, porque no tengo cómo ganarme la vida". Lo mismo piensa Daisy Mateo, a quien el desconocimiento y la especulación le quitan el sueño. "Aquí nos han dicho que nos van a sacar de las casas, que vamos a tener que coger lo que nos den", dijo.

De León recuerda que en años anteriores, la lucha ganó el poder de la cúpula católica en el país. "Aquí, para vender la obra, se llegó a decir que aquí no se daban ni las maldiciones. Nosotros le mostramos al Cardenal (Nicolás de Jesús. López Rodríguez) que eso no era cierto, y él reconoció que le habían vendido otra cosa. Si tenemos que ganarlo otra vez, lo haremos", sentencia.

Un plan de lucha activo

Nivar Piña, del Comité de Defensa de los Afectados por la Presa Río Haina, expuso que a partir de la publicación de DL del 17 de enero de 2013, se han realizado 37 reuniones comunitarias para informar a la población sobre la intención de construir una presa y la oposición a ésta. De esas reuniones se han elegido a tres delegados de cada comunidad que se reunirán el sábado 23 de febrero en una asamblea para determinar el plan de lucha a realizarse hasta mayo. Además, esperan la suma de un total de 80 organizaciones campesinas, eclesiásticas, de productores, juntas municipales, sindicatos de choferes, y de estudiantes universitarios.

Nivar Piña informó que ayer, próximo a las 10 de la mañana les llegó una invitación de la Caasd para un encuentro el miércoles 20 de febrero en la sede de la institución.

El proyecto, según la Caasd

Dentro del presupuesto de este año, el gobierno incluyó la suma de RD$300 millones y un financiamiento de RD$7,185,885,740 para el proyecto "Ampliación de la Captación de Agua Río Haina", como se le ha llamado.

El director de la Caasd, Alejandro Montás, aseguró a DL en fecha del 17 de enero que la presa sobre el río Haina produciría "siete metros cúbicos. Con esos siete metros cúbicos no vamos a necesitar agua potable por 10 años o cuidado si más, 20 años", una producción similar a la que abastece el sistema de Valdesia.

En tanto que en una columna publicada en el diario Hoy de fecha 9 de febrero, defiende "que Haina-Pedro Brand se ha ubicado en un lugar que ofrece todas las garantías para ser un acueducto generoso, completamente por gravedad, sin necesidad de utilizar energía eléctrica, más bien con capacidad para producirla y aportar unos seis metros cúbicos de agua potable por segundo", en la que también destaca los efectos "nobles" al medioambiente, aspecto último, que los moradores dudan.

"En 2009 se quiso hacer lo mismo. Trajeron unos asesores internacionales que realizaron un estudio de campo, en el que le preguntaron a los moradores de todos estos parajes y secciones si estaban de acuerdo con el proyecto. Todos dijeron que no, y meses después nos llevaron a un taller en el que nos quisieron virar los datos, queriendo decir que era todo lo contrario, y que el proyecto tenía el favor del 85% de los habitantes. Nosotros abandonamos el taller, nos fuimos a la lucha e impedimos la obra", cuenta Nivar Piña.

Martín Nivar Piña señala que la población de La Cuchilla, Medina y Villa Altagracia han negado históricamente la construcción de la obra, porque "se basan en mentiras y nunca han podido dar a conocer una solución concreta a los problemas de las familias desplazadas", lo que genera el rechazo de la población, como ha sucedido recientemente en 2009 y en 2006, y también en 1983.

Omar Santana