Documental "El Precio del Azúcar" entre las mejores producciones del año en Hollywood
NUEVA YORK.- "The Price of Sugar" (El Precio del Azúcar), un documental que denuncia loa situación de "esclavitud" de braceros haitianos en bateyes estatales y privados de la República Dominicana está siendo considerado como una de las mejores producciones en su género del año, por lo que cuenta con todas las posibilidades de ser nominada e incluso, ganarse un Oscar de Hollywood, reportó ayer la revista especializada "Hollywood Reporter" en su edición en inglés.
La publicación sostiene que entre un gran número de documentales exhibidos en los últimos años, incluyendo a algunos que hablan de la guerra en Irak, "El Precio del Azúcar" ha sido catalogado por críticos y expertos como el que tiene un mensaje de más compasión frente a una situación de violación degradante a los derechos humanos, discriminación y abusos.
"El Precio del Azúcar, ha sido mostrado además en otras partes del mundo, donde no siempre las políticas americanas abrigan decencia y compasión", sostiene Hollywood Reporter.
Acerca del productor y director del documental, la revista indica que Bill Haneys, logra crear una gran inquietud en el filme acerca de la situación de los braceros haitianos asentados en la República Dominicana, uno de los lugares más importantes del mundo desde donde se exporta azúcar a diferentes países.
"El documental expone la esclavitud a que están sometidos los que construyen la industria del azúcar de ese país", afirman los críticos y analistas del corto metraje.
Y declara al padre Christopher Hartley, quien por su lucha a favor de esos explotados tuvo que abandonar el país caribeño como un "héroe inusual", quien trabajó arduamente en las plantaciones cañeras al lado de los "esclavos".
El sacerdote católico es una de las voces que se escucha junto a la del popular actor Paul Newman, narrando el documental, que fue rodado en la mayoría de sus escenas en uno de los ingenios del consorcio azucarero Viccini.
Portavoces de esa empresa protestaron en su momento por la difusión internacional del documental e incluso se dice que invirtieron dinero para pagar agitadores que intentaron poner en descrédito la labor del sacerdote católico europeo en varios eventos internacionales donde fue mostrado el filme.
"La situación de los trabajadores de la caña de azúcar en la República Dominicana es única y trágica", indica la revista Hollywood Reporter.
Recuerda que el padre Hartley comenzó a desarrollar su vocación de servicio por los mancillados cuando se encontraba en la India trabajando junto a la Madre Teresa, para después viajar a la República Dominicana e internarse en las plantaciones cañeras.
En la biografía del padre Hartley se dice que éste es hijo de un industrial británico, mientras su madre procede de una aristocrática familia española.
"En la República Dominicana, el padre Hartley, logró develar las reglas de abuso impuestas en las plantaciones cañeras", afirma Hollywood Reporter.
Recuerda que los haitianos que cortan la caña para convertirla en azúcar, entran en su mayoría ilegalmente a su país vecino (Dominicana), "donde son mantenidos en condiciones primitivas y se les niegan tarjetas de identidad".
La crítica indica que el documental sugiere que a los haitianos se les da ese trato, porque son personas pobres y de piel negra. Hollywood Reporter hace excelentes estimaciones sobre las fotografías, los paisajes, el guión, la edición, los sonidos naturales captados y finalmente considera que "Paul Newman se desplaza en una formidable y dramática narración digna de su personalidad artística y política".
La publicación sostiene que entre un gran número de documentales exhibidos en los últimos años, incluyendo a algunos que hablan de la guerra en Irak, "El Precio del Azúcar" ha sido catalogado por críticos y expertos como el que tiene un mensaje de más compasión frente a una situación de violación degradante a los derechos humanos, discriminación y abusos.
"El Precio del Azúcar, ha sido mostrado además en otras partes del mundo, donde no siempre las políticas americanas abrigan decencia y compasión", sostiene Hollywood Reporter.
Acerca del productor y director del documental, la revista indica que Bill Haneys, logra crear una gran inquietud en el filme acerca de la situación de los braceros haitianos asentados en la República Dominicana, uno de los lugares más importantes del mundo desde donde se exporta azúcar a diferentes países.
"El documental expone la esclavitud a que están sometidos los que construyen la industria del azúcar de ese país", afirman los críticos y analistas del corto metraje.
Y declara al padre Christopher Hartley, quien por su lucha a favor de esos explotados tuvo que abandonar el país caribeño como un "héroe inusual", quien trabajó arduamente en las plantaciones cañeras al lado de los "esclavos".
El sacerdote católico es una de las voces que se escucha junto a la del popular actor Paul Newman, narrando el documental, que fue rodado en la mayoría de sus escenas en uno de los ingenios del consorcio azucarero Viccini.
Portavoces de esa empresa protestaron en su momento por la difusión internacional del documental e incluso se dice que invirtieron dinero para pagar agitadores que intentaron poner en descrédito la labor del sacerdote católico europeo en varios eventos internacionales donde fue mostrado el filme.
"La situación de los trabajadores de la caña de azúcar en la República Dominicana es única y trágica", indica la revista Hollywood Reporter.
Recuerda que el padre Hartley comenzó a desarrollar su vocación de servicio por los mancillados cuando se encontraba en la India trabajando junto a la Madre Teresa, para después viajar a la República Dominicana e internarse en las plantaciones cañeras.
En la biografía del padre Hartley se dice que éste es hijo de un industrial británico, mientras su madre procede de una aristocrática familia española.
"En la República Dominicana, el padre Hartley, logró develar las reglas de abuso impuestas en las plantaciones cañeras", afirma Hollywood Reporter.
Recuerda que los haitianos que cortan la caña para convertirla en azúcar, entran en su mayoría ilegalmente a su país vecino (Dominicana), "donde son mantenidos en condiciones primitivas y se les niegan tarjetas de identidad".
La crítica indica que el documental sugiere que a los haitianos se les da ese trato, porque son personas pobres y de piel negra. Hollywood Reporter hace excelentes estimaciones sobre las fotografías, los paisajes, el guión, la edición, los sonidos naturales captados y finalmente considera que "Paul Newman se desplaza en una formidable y dramática narración digna de su personalidad artística y política".