Cuatro prácticas para regenerar la tierra y sus beneficios para la humanidad
El planeta posee muchos recursos que en conjunto permiten la vida humana, el suelo es donde comienza y termina toda la vida
Cada 22 de abril se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra, esta celebración tiene como objetivo crear conciencia sobre los problemas de la sobrepoblación, la contaminación, la conservación de la biodiversidad, el calentamiento global y otras preocupaciones ambientales.
En esta ocasión, hablamos con Altair Elvira Rodríguez creadora de la finca agroforestal Finca Tierra Negra (@tierranegradr) quien compartió con Diario Libre cuatro prácticas para regenerar el suelo.
Si bien el planeta posee muchos recursos que en conjunto permiten la vida humana, el suelo es donde comienza y termina toda la vida. “Los suelos son un recurso no renovable. Hacen falta más de 1000 años para que se forme un centímetro de suelo. Esto significa que el suelo que tenemos es el único suelo que habrá a lo largo de nuestras vidas”, afirma un artículo publicado por la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
Pero, ¿por qué es importante cuidar el suelo?
Gracias a la tierra que pisamos suceden importantes procesos naturales que a veces damos por sentadas. Sostienen la producción de alimentos, filtran el agua, son la fuente de nuestras medicinas y nos ayudan a combatir y adaptarnos al cambio climático.
Cuatro prácticas para regenerar el suelo
“En Finca Tierra Negra usamos la agricultura sintrópica para crear sistemas agroforestales resilientes”, dice Altair.
- Alimentar la tierra
Es necesario devolverle al suelo lo que cosechamos y comemos. Entre las formas de hacerlo esta: la composta, la lombricompostaa y la siembra de plantas que funcionan como alimento para los millones de microorganismos que le dan vida a la tierra.
La acción más factible para implementar en la rutina de las ciudades es la composta, que consiste en convertir tus restos de comida el abono. “El 60% de todo lo que enviamos al vertedero es comida transformarse en abono para regenerar los suelos, esto sana nuestras aguas subterráneas (que se contaminan por los lixiviados que se generan en los vertederos por los restos de alimentos), evita los fuegos tóxicos en los vertederos y ayuda a disminuir el cambio climático”, explica Rodríguez.
- Sembrar plantas que alimenten insectos
Los insectos polinizadores permiten que se den las frutales y los vegetales. Por esto, una de las formas de cuidar a la tierra y al humano sembrando plantas para los insectos polinizadores o insectos depredadores, para así reducir los que comen o atacan los cultivos y que denominamos “plagas”.
“Solo trabajando para fomentar la vida de insectos y plantas que no nos dan alimento o beneficios directos, podremos tener sistemas agrícolas verdaderamente ecológicos y resilientes”, asegura la profesional.
- Crear policultivos en lugar de monocultivos
En la naturaleza, la vida prospera en una impresionante diversidad en la que plantas, insectos, microorganismos, reptiles y mamíferos se interrelacionan creando estabilidad y más vida.
En la naturaleza no existen los monocultivos (la siembra de una sola planta). Por esto, sembrar policultivos es una de las prácticas agroecológicas esenciales. Con esta medida los cultivos crecen saludables dando buenos alimentos y se disminuye el riesgo de enfermedades.
- Incorporar arboles al sistema agrícola
Los arboles deberían ser integrantes obligatorios de todo sistema agrícola ya que crean biomasa -cobertura de suelo-, recargan el agua subterránea, dan oxígeno, dan sombra a otras plantas, protegen de vientos fuertes, dan frutos y madera, etc. Cuando integramos árboles a la agricultura o la ganadería a través de “sistemas agroforestales” el planeta lo agradece.
Incluir la siembra de árboles hace que la agricultura sea regenerativa en lugar de destructiva. “Cuando usamos la agricultura sintrópica o agroforestería sucesional podemos crear bosques, a la vez que producimos alimentos”, sostiene la creadora de Finca Tierra Negra.
6 razones por las que cuidar el suelo nos hace bien
Según un articulo publicado por la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, esto son algunos de los beneficios de cuidar el suelo.
- Mayor seguridad alimentaria: el 95% de los alimentos se produce en nuestros suelos.
- Más diversidad: los suelos albergan la cuarta parte de la biodiversidad de nuestro planeta. Hay más organismos vivos en una cucharada de tierra que personas en nuestro planeta.
- Menos gases de efecto invernadero: los suelos sanos con un alto contenido de materia orgánica también pueden almacenar grandes cantidades de agua, que ayuda a los cultivos a sobrellevar la sequía y adaptarse a las precipitaciones extremas.
- Mejores medios de subsistencia: los suelos saludables pueden garantizar la seguridad alimentaria, proporcionar mejores medios de subsistencia y reducir la migración forzada.
- Agua más limpia: los suelos capturan, almacenan y filtran el agua, lo que la hace segura para beber.
- Más medicinas: la mayoría de los antibióticos más conocidos, incluida la penicilina, se originaron a partir de microorganismos del suelo