Vaticinan aumento de la migración haitiana a República Dominicana
Centro Bonó considera Estado dominicano debe crear los mecanismos para regularizar esa población
Exdirector de Migración llama a no dejarse llevar por los sentimientos y prepararse para dar respuesta al masivo flujo de haitianos
La crisis de Haití, a la que se ha sumado las deportaciones masivas de haitianos que inició esta semana Estados Unidos, se reflejaría en un aumento de las inmigraciones irregular a República Dominicana y sus consecuencias en el tráfico y trata de personas y en el tema de la marginalidad y el hacinamiento, admitió el Centro Bonó.
Ruddy Berigüete, responsable de Derechos Humanos y Acompañamiento de Migrantes de la citada entidad, dice que entienden que muchas veces no están dadas las condiciones del pueblo dominicano para recibir migraciones y que es natural que “la primera reacción que se asume es de amenaza o el miedo” a una avalancha de ciudadanos del vecino país.
No obstante, Berigüete indica que la última vez que se registró un alza del flujo de haitianos en República Dominicana fue luego del terremoto del 2010 que afectó a la nación más pobre de América, pero que el Estado logró asumir una política clara sobre el tema y supo contenerla con oportunas medidas, aunque “no necesariamente” fueron “las más adecuadas”.
Berigüete señaló que, de presentarse una situación similar a la del 2010, debe tenerse en cuenta el tipo de políticas que se aplicaría para contener una masiva migración porque República Dominicana no ha implementado soluciones que se sostengan en el tiempo “y sobre todo no han tenido la claridad ni contundencia suficiente” para enfrentar la problemática.
En una entrevista concedida a Diario Libre, el responsable de Derechos Humanos y Acompañamiento de Migrantes del Centro Bonó expuso que el problema fundamental de República Dominicana con los nacionales de Haití que llegan al territorio en busca de una mejor vida, está en que entre un 70 y 80 por ciento pasan la frontera forma irregular.
Indica que, aunque existe el Plan Nacional de Regularización, “el Estado dominicano todavía no tiene un mecanismo que no sea las deportaciones en caliente y las redadas constantes, para normalizar y regularizar la población migrante”.
En el Centro Bonó tienen la opinión de que las migraciones regularizadas y normalizadas lo que hacen es contribuir a la economía de los países y, en el caso de los haitianos, su aporte es más importante al desarrollo de las economías locales y la del Estado porque son migrantes jóvenes.
Magnicidio y reciente terremoto no ha afectado
Ruddy Berigüete afirmó que los últimos grandes sucesos en Haití, como el magnicidio del presidente Jovenel Moïse, el pasado 7 de julio, y el terremoto de 7.0 grados que causó más de 2,000 mil muertos, no han aumentado el paso de los ciudadanos de ese país a territorio dominicano por el control migratorio, con amplios operativos militares, en la frontera luego de la pandemia.
“Yo creo que el Estado (dominicano) debe pensar a futuro en diseñar una política más clara en materia de regularización y de documentación de los migrantes y de tutelar los derechos de esas personas que aunque no sean ciudadanos, tienen derechos universales que deben ser respetados”, sostuvo Berigüete.
Llama a no dejarse llevar por los sentimientos y prepararse a masiva inmigración
El exidirector de Migración, José Ricardo Taveras, llamó a la sociedad dominicana a mirar la situación que viven en tierras extranjeras los haitianos, no bajo los efectos de la emoción, sino con criterios técnicos y científicos sobre el impacto que tendría sobre el país y que podría tornarse insostenible para este lado de la isla.
Taveras advirtió que la crisis de la vecina nación continuará empeorándose por ser un Estado colapsado institucionalmente, en materia medioambiental, de salud y en todas las demás áreas que lo ha llevado a la ruina total.
Insiste que la República Dominicana debe estar preparada ante cualquier evento que afecte Haití porque por compartir la misma isla es donde se sentirán las repercusiones de las crisis, que se ha agravado en los últimos meses con el magnicidio del presidente Jovenel Moïse, el terremoto y las recientes deportaciones de haitianos de otros países, entre ellos, Estados Unidos.
Sobre las repatriaciones de haitianos que hace Estados Unidos, dijo que las autoridades estadounidenses están en “su legítimo derecho” y que no le sorprende la manera en la que lo ha hecho con los látigos o fustas y agentes cabalgando debido a las masivas migraciones que se han promovido a los territorios de Norteamérica.
En una entrevista por teléfono, Taveras cuestionó a las élites política y económica que incentivan la contratación de mano de obra de indocumentados que, según afirman, representan el 54 por ciento de la informalidad, y que no permite que mejore el salario de los trabajadores dominicanos.
Acusó también al presidente Luis Abinader y a su Gobierno de hablar mucho sobre lo que se debe hacer para evitar la masiva inmigración de haitianos, pero que “no hace nada” al respecto.
En los últimos días Estados Unidos lleva a cabo la deportación masiva de haitianos que cruzaron sus fronteras en una caravana de migrantes de casi 14 mil migrantes, entre ellos centroamericanos.
Ayer, la ONU afirmó que las autoridades estadounidenses incumplen las normas internaciones con la repatriación porque se decide la deportación sin antes entrevistar a los migrantes.
El alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, dijo que para las expulsiones Estados Unidos invoca una política (conocida como “Título 42”) que les permite deportar automáticamente a inmigrantes irregulares que entran por su frontera sur, sin permitir que puedan presentar una solicitud de asilo.
Según la agencia EFE, Grandi indicó que las deportaciones de haitianos se están produciendo sin que se consideren sus necesidades de protección y que esta medida viola las normas internacionales y puede constituir repatriaciones forzadas.