Obras Públicas garantiza terminal de autobuses no afectará el medio ambiente y afirma cumplen con la Ley
Alcalde Manuel Jiménez insiste en que la obra no procede en ese lugar
La terminal de autobuses que construye el gobierno próximo a Los Tres Ojos contará con un reactor anaeróbico para el manejo de agua que no permitirá que se infiltre líquido en el subsuelo, no tendrá talleres mecánicos ni se despachará combustibles, por lo que no “habrá ningún impacto negativo en el medio ambiente”, afirmó el ministro de Obras Públicas, Ramón Pepín.
Al informar que la obra estará lista a principios de julio, el funcionario aseguró que han cumplido con todos los requerimientos legales para continuar la obra y entregó a este diario documentos que contienen certificaciones de uso de suelo, de no objeción por parte del Ministerio de Medio Ambiente.
Explicó que las sentencias del Tribunal Superior Administrativo que ordenaba la paralización de los trabajos fueron acatadas, al igual que la del Tribunal Constitucional y aclaró que en ninguno de los casos se niega la construcción de la obra, sino que se refieren a la paralización de los trabajos hasta tanto se cumplieran con una serie de requisitos como los antes mencionados y que todos fueron cumplidos como ordena la ley.
“Se ha dicho que la terminal se está construyendo en un área protegida, eso no se corresponde con la verdad porque donde se construye la terminal esta fuera del área protegida... se alega que tendrá un impacto negativo al medio ambiente y es todo lo contrario, y que le devolverá al Parque de Este la vida que nunca ha tenido”, explicó.
El funcionario aclaró que no se trata de una parada de guaguas, sino una terminal de autobuses con todos los requisitos como existen en ciudades como Nueva York, Londres, Bogotá, México y otras localidades que funcionan en las zonas urbanas, en medio de poblaciones sin que se afecte al medio ambiente.
“Una terminal de autobuses es el equivalente a un aeropuerto, con la diferencia de que no son aviones lo que llegan al lugar, sino autobuses. En esa terminal, no se suministrará combustibles, no habrá talleres de mecánica, ni dormitorios de autobuses, ahí los autobuses llegarán a recoger los pasajeros y dejar los pasajeros”, subrayó Pepín.
Aseguró que todos los días a la ciudad de Santo Domingo entran 67,000 vehículos y, de esa cantidad, 9,000 son autobuses que ya no tendrán que usar el espacio del Distrito Nacional, por lo que habrá un impacto positivo en la reducción de los tapones y de la contaminación por monóxido de carbono.
Precisó que habrá una interconexión entre el transporte interurbano con el urbano porque una persona que venga del Este en un autobús, se subirá a uno de los corredores que habrá con la OMSA y podrá conectar con el Metro llegar a la ciudad porque en el futuro, la línea del metro llegaría hasta a ese lugar o un sistema de tránsito aéreo como Teleférico.
Con relación a las inquietudes de que los líquidos se podrían infiltrar en el suelo dijo: “Ahí se está construyendo un reactor anaeróbico de flujo ascendente que las aguas servidas en esa terminal no irán al subsuelo, sino que serán tratadas y reutilizadas”.
Ubicación de los tres elementos del conflicto
Lo que dice el alcalde
Mientras el funcionario ofrece esas explicaciones, las autoridades municipales, con el alcalde Manuel Jiménez a la cabeza, advierte que actuará judicialmente contra los responsables de la obra.
Argumenta que no se oponen a una terminal de autobuses, pero que se haga en otro lugar porque su construcción en las cercanías del Parque del Este viola la ley de medio ambiente y hasta la Constitución de la República de la República.
Sostuvo Jiménez que para cambiar un uso de suelo, como en este caso, que es área protegida y está muy próximo al parque Los Tres Ojos, hay que agotar una serie de procedimiento y además, contar con el visto bueno del Poder Ejecutivo y ser conocido por los legisladores.
Durante su participación el Diálogo Libre, el alcalde municipal, recordó que la Ley 64-00 de Medio Ambiente establece en su artículo 41 que para la construcción de una obra de ese tipo se requiere de un estudio de impacto ambiental y no solo de una carta de no objeción.
Este lunes, obreros e ingenieros seguían trabajando en la terminal que está en la fase de terminación, de acuerdo con el ministro Pepín. Los trabajos fueron retomados luego de entrada la segunda etapa de la apertura por el coronavirus.
Militares portando armas largas están en el lugar desde que se reanudaron los trabajos para evitar que sean interrumpidos.