Gobierno inaugura Terminal de Autobuses del Este en medio de protestas
Obras Públicas insiste en que no se violaron leyes como se alega
En medio de una protesta encabezada por el alcalde Manuel Jiménez, el presidente Danilo Medina inauguró ayer la Terminal de Autobuses del Este, una obra construida a un costo superior a los 700 millones de pesos que, según las autoridades, busca evitar la entrada de autobuses al Distrito Nacional.
Antes y durante la inauguración se produjeron incidentes entre miembros de la seguridad presidencial, la Policía y manifestantes que desde el inicio de la obra la rechazan alegando que afecta el medio ambiente.
La controversial obra es parte de un conjunto de cinco terminales que el Gobierno se había propuesto construir en las entradas del Distrito Nacional como forma de reducir los tapones, y a decir del ministro Ramón Pepín, se trata de la primera estación de autobuses del país.
Es un edificio de dos niveles que daría servicios a 22 rutas de autobuses de la región Este y en el que participarían tres corredores de rutas urbanas.
Cuenta con 16 andenes, 23 bahías de ascenso y descenso de pasajeros con capacidad para 1,250 personas, nueve estacionamientos para autobuses, 37 estacionamientos para motocicletas, 28 para bicicletas, ocho estaciones de baño, cuatro módulos de escaleras de emergencia, cuatro ascensores, área de choferes, dos estaciones de envío, 28 locales comerciales, 16 boleterías, áreas administrativas y de servicios.
El ministro de Obras Públicas, Ramón Pepín, destacó que con la terminal, el país da un paso de avance hacia el futuro en la organización del tránsito y el transporte y constituye un cambio histórico en el desarrollo, el bienestar, la confianza y la esperanza de un mejor sistema de transporte y de tránsito.
Sin embargo, para el alcalde Manuel Jiménez y el senador electo Antonio Taveras Guzmán la obra es ilegal. De acuerdo con Jiménez en el lugar se ha cometido un crimen ecológico que se ha luchado en todas las instancias y escenarios, ganándolas en cada una.
Indicó que el presidente Danilo Medina se empecinó en la construcción de la obra por encima de las disposiciones de los tribunales nacionales.
Sostuvo que como alcalde del municipio asegura que lo que se inauguró no es una terminal de autobuses e informó que el municipio le dará un uso adecuado y racional a la obra.
“Ya le tenemos el plan para entregárselo al presidente electo de la República, incluso le hemos solicitado la cita para que nos reciba para depositar una propuesta para que este lugar se convierta en un centro de innovación y emprendimiento del Caribe que no lo tiene ninguna ciudad del Caribe y, segundo, que aquí funcione la escuela municipal de bellas artes”, sostuvo.
División de aliados
Pero la propuesta del alcalde no encontró receptividad entre sus antiguos compañeros del Comité de Lucha por la preservación del Parque del Este y Los Tres Ojos, que se opone tajantemente a que en el lugar funcione cualquier entidad porque, según alega Ivonne Ferreras, sería legitimar la violación a la ley.
“Aquí no puede haber terminal, ni escuela, ni iglesia, ni burdel porque igualmente es ilegal, a propósito de lo que manera oportunista ha dicho el alcalde Manuel Jiménez que por cierto, hace tiempo que se puso bastante distante de esta comunidad, lo que sea que aquí funcione solamente se puede echar para atrás con un desembale”, dijo la activista social y veterana periodista.
Momentos de tensión
Momentos de tensión se vivieron cuando en plena inauguración se produjo un forcejeo entre manifestantes y agentes de la Policía. Alegadamente uno de los agentes fue despojado de una bomba lacrimógena que fue lanzada, sin activar desde la calle hacia el interior de la terminal, cayendo debajo de un autobús de la OMSA.
Miembros de la seguridad del Presidente actuaron inmediatamente y lograron desactivar el artefacto para evitar la expulsión de los gases, pero el hecho no impidió que continuara el acto inaugural que duró unos 35 minutos.
¡Legalidad!
Mientras el alcalde Manuel Jiménez y el Comité de Lucha por la preservación del Parque del Este y Los Tres Ojos afirman que tanto el Tribunal Superior Administrativo como el Constitucional fallaron ordenando la paralización de los trabajos de construcción de la terminal en tres ocasiones, las autoridades hicieron caso omiso.
Alegan que había que cambiar el tipo de uso de suelo porque el lugar es parte del parte del Parque del Este, pero que además, la operatividad de la terminal afectaría el Parque los Tres Ojos con la descarga de líquidos al subsuelo debido a la cercanía de la obra.
Sin embargo, el ministro de Obras Públicas, Ramón Pepín, argumenta que lo que el Tribunal Superior hizo fue ordenar la paralización hasta tanto se cumpliera con los permisos de no objeción del Ministerio de Medio Ambiente y la entrega del estudio de impacto ambiental, cosas que alegadamente fueron hechas, por lo que ya no tenía razón de ser continuar con los trabajos paralizados.
El Tribunal Constitucional declaró inadmisible un recurso interpuesto contra la sentencia que les ordenaba esperar que se realice un estudio de impacto ambiental y se obtengan los permisos para uso de suelo antes de continuar con el proyecto.