“Estoy pagando el precio por ejercer un periodismo ético”
Periodista Juan Modesto Rodríguez solicita pensión luego de 39 años de ejercicio
A sus casi 67 años, el veterano periodista Juan Modesto Rodríguez nunca imaginó que su vida la terminaría apoyado en un bastón para caminar, con tantos dolores en el cuerpo, con la pérdida de libertad para movilizarse y con tantas carencias económicas.
Después de haber ejercido el periodismo durante 39 años, cubriendo diversas fuentes en casi todos los periódicos de circulación nacional y noticiarios por radio, hoy vive prácticamente abandonado en la falda de una montaña de su querido Pedro Brand, donde reside desde los cinco años.
Para llegar a su casita, facilitada por uno de sus 11 hijos, hay que transitar estrechos caminos, una especie de laberinto con declives, dejar el vehículo a cierta distancia de la vivienda para caminar por una ladera que solo a los chivos se les hace fácil.
Vive solo y la última casita es la suya, el frente es una exuberante vegetación que arropa un arroyo y es el hábitat de diferentes especies de aves que, con su cantar, le ayudan a Modesto a sobrellevar el dolor de la artritis cervical degenerativa que padece desde el año 2012. Vive solo, pero con la solidaridad de algunas personas.
El 2012 fue su último año de periodista asalariado y abandonó las redacciones porque sus dedos, no les permitían tocar el teclado, las manos, que con ellas se ganaba la vida, no le servían para escribir, el dolor era inmenso y algunos de los dedos se fueron encorvando poco a poco y otros se quedaron tiesos.
“Tuve que renunciar, no me respondían los dedos, todos acalambrados y de ahí en adelante ha sido un deterioro progresivo, porque como es degenerativa la artritis, me ha hecho mucho daño en el cuerpo”.
Sus lentos y limitados pasos se apoyan en las dolorosas articulaciones de sus débiles piernas y un bastón, compañero inseparable y testigos de su dolor. Aun con sus limitaciones sigue abrazado al periodismo y se entretiene con un blog llamado “Noti temas” que lo alimenta con los numerosos correos que les llegan hasta una polvorienta laptop por, por cuya tecnología no ha perdido su contacto total con el mundo.
Como no puede escribir tiene un programa llamado “speak note” que le permite convertir en texto su voz y luego corrige los errores con los únicos dos dedos que se lo permiten.
Vive de la caridad
Se ha manejado sin empleo y prácticamente vive de la caridad de algunos amigos incluidos periodistas, sus hijos no pueden hacer mucho porque también son pobres, aunque y algunos le ayudan de acuerdo con sus posibilidades.
Para alimentarse tiene limitaciones y expresa que una vecina le ayuda cuando suelen conseguir para comprar la comida. “Cuando tenemos que cocinar ella viene y me prepara alimentos, me lava los trapitos, barre la casa y así por el estilo, la clave de que yo haya podido llegar hasta este momento yo la apoyo en la solidaridad, no ha habido otra, al yo no poder hacer muchas cosas por mí mismo tengo que la buena voluntad de los otros”.
Afirma que en su tiempo los periodistas ganaban salario mínimo y no alcanzaba para ahorrar y siente que, por actuar ajustado a la ética, no solo se sacrificó él, sino además a sus 11 hijos a los que no pudo darle lo que hubiese querido.
“Yo no pude darle el apoyo que mis hijos necesitaban para liberarlos con la educación y no he podido hacer mucho por ninguno, sino tenerlos vivos y yo sobrevivir con ellos, tu sabes que hay otros caminos para uno desde el periodismo mejorar su diario vivir, pero yo elegí el camino de la solidaridad con mi pueblo, elegí el camino de respetar al pueblo y de no usar el periodismo para beneficiarme yo, sino como un servicio público... estoy pagando el precio y puse mis hijos a sufrir por ello”, dice con expresión de lamentación.
Por la carestía de los medicamentos, además de lo avanzado de la enfermedad, no se médica y tiene que aguantar estoicamente su dolor por lo que su clamor es para que el presidente Luis Abinader le otorgue una pensión y vivir lo que le queda sin tantas limitaciones y dolor.
La solidaridad
Al hablar del apoyo que recibe menciona nombres como Olivo de León, del Sindicato de Trabajadores de la Prensa que lo visita y le lleva algo y su referente moral es Carlos Nina Gómez, del que dice es una especie de mentor en el tema de la ática y el periodismo. Dice que Mercedes Castillo, la presidenta del Colegio de Periodista lo llama con frecuencia.
Recuerda que durante los 12 años del fenecido presidente Joaquín Balaguer fue perseguido por denunciar los atropellos que cometían militares de aquellos tiempos contra propietarios de terrenos en Pedro Brand e incluso, algunos colegas ejecutivos tuvieron que esconderlo en la capital para que no lo mataran.
No critica a los nuevos periodistas porque entiende que los tiempos han cambiado y ahora muchos comunicadores tienen en la tecnología para hacer otros trabajos que les generan dinero, pero entienden que otros no viven bien con los salarios que ganan.
Como legado, Juan Modesto Rodríguez, deja su trabajo en los barrios en la solución de sus males durante muchos años, sus aportes en las noticias económicas, de salud y otras ramas del periodismo. Hace sus recomendaciones a la nueva generación de periodistas.
“El periodista no puede apartarse de la verdad, no puede autocensurarse, los hechos, los acontecimientos están en la vida social, en la dinámica social y el trabajo del periodista es captarlos y reflejarlos a través de sus trabajos, a través de la noticia. Ese es un servicio del periodista a la sociedad que confía en eso, así he hecho periodismo y le recomiendo a la generación que viene detrás de nosotros que no ejerzan el periodismo sin ética porque el periodismo sin ética es una mercancía”.
Para cualquier ayuda a Juan Modesto Rodríguez lo pueden hacer contactándolo al teléfono 809 417-0256.