Parque Acuático Los Delfines se ahoga entre la maleza
El lugar está abandonado desde hace más de siete años
"Los Delfines Water & Entertainment Park", construido en Juan Dolio, San Pedro de Macorís, fue durante casi cuatro años uno de los principales centros de diversión para niños y adultos de la zona debido a sus atractivos juegos, pero hoy es un lugar abandonado cubierto por la maleza.
Este parque tiene una extensión de 66,143 metros cuadrados y fue inaugurado, en su primera etapa, en septiembre de 2013 por el entonces presidente Danilo Medina. La inversión destinada para su construcción fue superior a los 13 millones de dólares. Adyacente al parque se construiría un complejo hotelero de 400 habitaciones. En total, la inversión sería de 90 millones de dólares.
Los trabajos de la primera etapa se hicieron con un financiamiento del entonces Banco Nacional de Fomento de la Vivienda (BNV), hoy Banco Nacional de las Exportaciones(Bandex), que ahora es su propietario mediante el proceso de embargo inmobiliario debido a incumplimiento de pago por parte del dueño anterior.
De acuerdo con una carta remitida a este diario por solicitud con fines periodísticos, Bandex explica: "Dicha propiedad fue obtenida luego de un procedimiento de embargo inmobiliario realizado por el antiguo Banco Nacional de la Vivienda (BNV), ya que fue la garantía hipotecaria otorgada por el anterior propietario en ocasión de una facilidad crediticia que este mantenía con la institución y cuyas obligaciones de pago no fueron honradas en su momento".
Pese a la solicitud de identificar al anterior propietario, Bandex explica que existen limitaciones para ofrecer informaciones al respecto por impedimento de la Ley Monetaria y Financiera 183-02 y de Protección de Datos Personales 172-13. No informa si el caso está en litis judicial, ni qué se haría con el inmueble.
La situación actual
Este atractivo parque, ubicado en la parte norte de la Autopista Las Américas y con vista al mar Caribe, en Guayacanes, era considerado el más grande del Caribe. Ahora, solo quedan hierros oxidados, carpas raídas y los toboganes descolorados que una vez fueron vistosos instrumentos de alegría, de adrenalina y aventura. Ahora solo quedan recuerdos en la memoria de algunos jóvenes y adultos que miran el lugar con nostalgia cuando transitan por la autopista.
La Policía y una brigada de militares al servicio de Bandex están vigilantes, cuidando la abandonada estructura de la que tiene poco que sustraerles. Las plantas tipos bejuco se extienden por todo el suelo y buscan las alturas evidenciando poca actividad humana en el lugar.
Desde arriba no hay mucho que ver porque los arbustos arropan grandes espacios. Solo el área de la gigante piscina se puede observar y entre ellas se entrecruzan los hilos de las plantas enredaderas.