2014: doce meses de expectativas, sueños y nuevas aspiraciones
Diversos puntos de vista acerca de lo que podría traer este nuevo año
SANTO DOMINGO. "Cada vez que cambia un año, hay algo nuevo para la humanidad y el país", reseñó Luis Luis, un empleado de seguridad, mientras esperaba a que un limpiabotas del Parque Enriquillo de Santo Domingo, diera a sus zapatos un brillo semejante al de las fogatas que se utilizan para despedir el año viejo.
Al igual que un plátano maduro no vuelve a verde, el año que se va tampoco vuelve y la gente en medio de las festividades navideñas y la preparación de las fiestas, comienza a formarse sus esperanzas para el año entrante. Mejorías en la economía, más empleos, nuevas oportunidades, ampliación de sus negocios son algunas de las cosas que las personas desean que ocurra en este nuevo ciclo de 365 días.
Aurelio Batista, vicepresidente de la Asociación de Buhoneros de la Duarte, espera que este 2014 sea de un mejor desempeño económico, ya que el pasado 2103 "hubo unos cuantos problemas". Batista, padre de cuatro hijos y quien se dedica a la venta de ropas, correas, carteras y otros enseres, cree que el anunciado incremento en los impuestos tendrá un impacto negativo en la sociedad, puesto que "restringe mucho la economía popular".
Batista señaló que el flujo de personas, que acudió a comprar en esta zona, se incrementó en las últimas dos semanas, por lo que calificó el fin de año como "aceptable".
Otro de los buhoneros del Paseo Comercial Duarte, Julio Cabrera, dijo que su negocio va tirando pa' lante a pesar de asegurar que se ha visto afectado por las grandes plazas comerciales. Exhortó al Gobierno revisar las políticas de recaudación fiscal y "pensar un poco en la humanidad", para que los beneficios puedan llegar a los pobres y a la sociedad en general.
"A mí me encantaría que el costo de la vida pudiera mejorar", manifestó esperanzada Isabel Carrión, una ama de casa residente en el sector de Villa Consuelo, quien compraba juguetes para regalárselos a los niños de la iglesia cristiano-evangélica a la que pertenece.
De su parte Yanela Mey, vendedora de trajes de baño en zonas turísticas de La Romana, lugar de donde es oriunda, espera cosas buenas para este nuevo ciclo, así como también más oportunidades de empleo, ya que entiende en las calles "hay mucha gente que no trabaja".
A diferencia, Roberto César, un joven vendedor ambulante de 23 años de edad que reside en el barrio Villa Juana, tiene una ilusión diferente a los demás, quiere irse a Francia a trabajar. De procedencia haitiana, éste tiene cuatro años que no ve el rostro de su madre, la cual partió hacia Europa buscando mejoría para su familia, deseo que él también comparte. "Estoy trabajando pero yo quiero buscar más, quiero ir más adelante", apuntó.
"Ojala que el 2014 pueda ser mejor que éste que finaliza", anheló la señora Carrión.