Plantas, hierbas, raíces curativas… ¿y milagrosas?

SANTO DOMINGO. No hay que salir muy lejos de las fronteras de Santo Domingo capital para encontrarse que si bien la gente tiene en muy alta estima a su médico, mantiene una "botella" guardada para casi todo tipo de dolencias, por si acaso.

Trasciende lo "natural", que también tiene sus adeptos, e ingresa con total desparpajo en la esfera de lo mágico-religioso: no se sabe si es la fe en el producto o la hierba milagrosa la que hace el trabajo, pero los resultados son visibles.

Recuerdo que una de mis hijas tenía una tos "con pecho" que no se mejoraba con nada, varios cientos de pesos después. La señora que ayuda en la casa, cansada de ver la niña en esas condiciones decidió traer "un remedio" del campo. Nada del otro mundo, ni nada raro: rábano, cebollín, sábila y miel. "Santo remedio" no estuvo nunca mejor aplicado. A la niña se le fue el roco-roco y al día de hoy, 16 años después no hemos comprado nada más.

Y mejor no opinemos de todo tipo de aceites que se obtienen de hojas, raíces y semillas, de doscientos tipos diferentes de "tes", tizanas y unturas. Ni nos metamos en el renglón de "botellas" preparadas a la carta cuyos ingredientes se llevarán a la tumba los boticarios.

El caso "moringa"

No tengo idea si la ciencia se ha metido dentro de una de estas botellas para descifrar sus misterios, pero en este país todos hemos oído hablar de la "moringa", una celebridad internacional desde que Fidel Castro la descubrió (quizás en el patio de su casa, como cientos de dominicanos), y la adoptó como su "planta de cabecera", atribuyéndole todo tipo de propiedades.

Y las tiene: desde hace algunos años, la ciencia le ha dedicado algunos estudios y han descubierto sus propiedades, que muchos no dudan en llamar "milagrosas". Casi toda la planta tiene un uso medicinal y su contenido y variedad de nutrientes es impresionante: proteínas de alta calidad, cantidad de calcio y vitamina C, así como otras vitaminas y aminoácidos esenciales. Se han confirmado sus propiedades antiinflamatorias, antibióticas, antioxidantes, fungicidas y antiparasitarias. Su primer "milagro" registrado, cuenta la historia, fue salvar de morir de desnutrición a un montón de niños en África. Ojalá que aquí también.

Sus promotores, bastante entusiastas, hablan de que este "árbol de la vida" puede ayudar en más de 300 dolencias, algunas muy conocidas y extendidas. La ciencia no ha llegado tan lejos, por lo que se pide precaución, evitar la auto-medicación y los excesos.

Desde el Perú, con mucha fuerza

Desde las frías latitudes andinas supimos de una raíz que también se considera "milagrosa" y que aunque se conoce desde hace mas de 2000 años, saltó a la fama cuando un equipo de futbol peruano casi desconocido, logró ganar la Copa Sudamericana gracias a que tomaban "maca" - esta raíz - antes de salir al campo.

El altísimo rendimiento físico de estos atletas llamó la atención y picó la curiosidad de fanáticos y científicos. Los incas utilizaban esta raíz crucífera hasta en sus animales porque son bien conocidas sus propiedades reproductivas. A esto se suman algunas científicamente comprobadas: además de poderoso energizante, la "maca" mejora el rendimiento sexual en el hombre, aumenta la fertilidad y atenúa los efectos de la menopausia en mujeres; mejora problemas prostáticos y trastornos cognitivos (memoria, reflejos, aprendizaje) a nivel cerebral, sin dejar de mencionar sus excelentes aportes nutricionales.

Se le conoce como el "viagra" peruano. Si bien sus efectos no son tan espectaculares como el medicamento de la famosa marca, dicen sus usuarios que sus efectos son más prolongados y hasta por varios días.

El Maca, también se le conoce como huto-huto, gingsen peruano y chichira. Es fuente inagotable de proteínas, carbohidrato, fibra, calcio, fósforo, calcio, taninos, ácidos grasos, entre otros. Es considerado un súper alimento por las latitudes andinas, ¡qué pena que solo se de en climas fríos!

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Diario Libre