La situación económica influye en cómo las mujeres se maquillan
Un estudio analizó las tendencias en e maquillaje en la último siglo
Tokio.- Las japonesas se maquillan más y con colores más vivos cuanto mejor perciben la situación económica, según ha concluido una firma de cosméticos nipona tras analizar los cambios en las tendencias del maquillaje en los últimos 100 años.
Cuando la economía va bien, las mujeres lucen cejas más anchas y colores luminosos en los labios, mientras que cuando la economía se resiente, las cejas finas y los pintalabios poco vistosos son las opciones preferidas para las mujeres japonesas.
En la década de los 50, cuando Japón experimentó un período de rápido crecimiento económico, y a finales de los 80, en pleno apogeo de la burbuja económica del país asiático, las mujeres perfilaban sus rostros con gruesas cejas negras y lápices de labios rojos.
Por el contrario, durante la década de los 70, cuando se desató la crisis del petróleo, y en la de los 90, tras el colapso de la burbuja inmobiliaria, las japonesas lucían cejas finas y utilizaban pintalabios con tonos similares a los de la piel, como el beige, o simplemente empleaban brillo de labios incoloro.
Son las conclusiones a las que ha llegado la marca de cosméticos japonesa Shiseido en un estudio en el que analiza las tendencias en e maquillaje en la último siglo.
"Las mujeres son sensibles a la atmósfera de los tiempos. Cuando la sociedad está de buen humor, prefieren usar maquillaje brillante y vivo. Cuando la sociedad está de mal humor, tienden a usar productos menos brillantes y más simples", opina la artista del cabello y maquillaje de la firma Setsuko Suzuki.
El maquillaje de las mujeres niponas ha evolucionado notablemente desde la lejana década de los años 20, en la que se buscaba emular a las glamurosas actrices occidentales, una estética alejada de la tradicional japonesa.
Desde la sobriedad de los años de posguerra en los 50 hasta el colorido estilo hippie de los 70, las mujeres de Japón han plasmado en su rostro el fluir del tiempo.
Desde finales de 2012 hasta ahora, se aprecia una tendencia creciente a utilizar pintalabios en tonos más vivos, una inclinación que continúa hoy en día, dice Suzuki, como muestra del optimismo hacia el futuro.
Cuando la economía va bien, las mujeres lucen cejas más anchas y colores luminosos en los labios, mientras que cuando la economía se resiente, las cejas finas y los pintalabios poco vistosos son las opciones preferidas para las mujeres japonesas.
En la década de los 50, cuando Japón experimentó un período de rápido crecimiento económico, y a finales de los 80, en pleno apogeo de la burbuja económica del país asiático, las mujeres perfilaban sus rostros con gruesas cejas negras y lápices de labios rojos.
Por el contrario, durante la década de los 70, cuando se desató la crisis del petróleo, y en la de los 90, tras el colapso de la burbuja inmobiliaria, las japonesas lucían cejas finas y utilizaban pintalabios con tonos similares a los de la piel, como el beige, o simplemente empleaban brillo de labios incoloro.
Son las conclusiones a las que ha llegado la marca de cosméticos japonesa Shiseido en un estudio en el que analiza las tendencias en e maquillaje en la último siglo.
"Las mujeres son sensibles a la atmósfera de los tiempos. Cuando la sociedad está de buen humor, prefieren usar maquillaje brillante y vivo. Cuando la sociedad está de mal humor, tienden a usar productos menos brillantes y más simples", opina la artista del cabello y maquillaje de la firma Setsuko Suzuki.
El maquillaje de las mujeres niponas ha evolucionado notablemente desde la lejana década de los años 20, en la que se buscaba emular a las glamurosas actrices occidentales, una estética alejada de la tradicional japonesa.
Desde la sobriedad de los años de posguerra en los 50 hasta el colorido estilo hippie de los 70, las mujeres de Japón han plasmado en su rostro el fluir del tiempo.
Desde finales de 2012 hasta ahora, se aprecia una tendencia creciente a utilizar pintalabios en tonos más vivos, una inclinación que continúa hoy en día, dice Suzuki, como muestra del optimismo hacia el futuro.