IV edición Ghetto Biennal reúne artistas locales e internacionales Haití
PUERTO PRINCIPE. Mas de 60 artistas haitianos y extranjeros participan en la cuarta edición de Ghetto Biennal, una iniciativa de ‘Atis Rezistans’ (Artistas en Resistencia), que reúne a músicos y pintores de los barrios pobres de Puerto Príncipe, que promueven el arte local para proyectar una imagen positiva de Haití.
Haití es muy conocida en el mundo por su arte y pinturas. Sin embargo, ‘Atis Rezistans’ representa su faceta mas auténtica, utilizando en la mayoría de sus creaciones, desechos o productos de reciclaje, según explicaron, en declaraciones a Efe, algunos de los artistas participantes.
Romain Evel, de 45 años, es un artista veterano y miembro fundador de ‘Atis Rezistans’ que ha participado en varias exposiciones internacionales en Alemania, Francia y Suecia.
“Transformamos basura en arte popular, es una manera de expresarnos culturalmente y políticamente. Atis Rezistans refleja la realidad del País y su cultura popular”, señaló.
Laura Heyman es una artista americana, participante en la exposición Ghetto Biennale “al lado de artistas Haitianos. Es una oportunidad para conectar con otros artistas y aprender de las diferentes maneras de crear y comunicar”, apuntó por su parte.
En la muestra también expone Louis Kervens, un joven de 17 años, quien sobrevivió al terremoto de 2010, que destruyó su casa. “Desde el terremoto, el arte es mi vida. A través de él puedo crear y expresarme. Aquí en los barrios pobres de Haití, se habla mucho de miseria, pero somos más. El arte nos permite demostrar que somos potentes”, dijo.
En el centro de Puerto Príncipe, en un barrio vulnerable, los artistas presentan música, pintura y diferentes realizaciones plásticas auténticas.
A pesar de su falta de recursos, los artistas de ‘Atis Rezistans’ demuestran el talento y el poder de la creación para vender al mundo lo mejor de los barrios de Haití.
La iniciativa ‘Atis Rezistans’ nace en la Grand Rue, avenida principal que discurre de norte a sur por el centro de Puerto Príncipe, y cuyo extremo sur es un área que tradicionalmente ha producido pequeñas artesanías para el mercado turístico, que es cada vez más exiguo.
Su trabajo hace referencia a su patrimonio cultural común de África y Haití, y a un ambiente de depósito de chatarra make-do, el reciclaje de supervivencia y la actividad artística en la que han crecido y evolucionado.