El ministro y los combustibles
Los precios "sube que sube", y Del Castillo no explica
El ministro de Industria debiera sacar tiempo de su campaña y explicar a la población del país, y no solo de Barahona, las alzas seguidas en los combustibles.
Mientras los precios iban en picada, nadie demandó razones, y se celebraba que el gobierno fuera tan considerado con su pueblo. Ahora que como drones remontan vuelo y disparan a mansalva, se impone la verdad o una excusa.
Sería una especie de ejercicio de conciencia y decir que por H o por R, pues las noticias dan cuenta de que el petróleo se mantiene en baja.
¿Dónde compra ahora la Refinería, que sube y sube y sube, y parece una montaña interminable o un loco deseo de llegar hasta el cielo?
Incluso, el negocio deja pérdida, pues descendía de manera lenta, escalón por escalón, y ahora se dispara como un cohete a la luna, y fuera de control, como si no fuera tripulado.
Antes no se entendía que los choferes no bajaran el pasaje, o los panaderos intentaran subir el pan. Ahora no se sabe qué decir, y a Del Castillo corresponden las palabras.
O como ministro, o como economista, o como político.
El ministro de Industria debiera sacar tiempo de su campaña y explicar a la población del país, y no solo de Barahona, las alzas seguidas en los combustibles.
Mientras los precios iban en picada, nadie demandó razones, y se celebraba que el gobierno fuera tan considerado con su pueblo. Ahora que como drones remontan vuelo y disparan a mansalva, se impone la verdad o una excusa.
Sería una especie de ejercicio de conciencia y decir que por H o por R, pues las noticias dan cuenta de que el petróleo se mantiene en baja.
¿Dónde compra ahora la Refinería, que sube y sube y sube, y parece una montaña interminable o un loco deseo de llegar hasta el cielo?
Incluso, el negocio deja pérdida, pues descendía de manera lenta, escalón por escalón, y ahora se dispara como un cohete a la luna, y fuera de control, como si no fuera tripulado.
Antes no se entendía que los choferes no bajaran el pasaje, o los panaderos intentaran subir el pan. Ahora no se sabe qué decir, y a Del Castillo corresponden las palabras.
O como ministro, o como economista, o como político.