El “caravaneo”
La modalidad preferida de actividad política en estos comicios es la caravana. A diferencia de otras elecciones en las cuales primaba la manifestación multitudinaria, el “caravaneo” presenta ventajas inocultables.
En primer lugar, es más económico. Organizar una manifestación multitudinaria exige mucho dinero, mover a mucha gente y una logística de gran calado que se evita con la caravana.
En segundo lugar, el “caravaneo” evita la movilización. Es decir, se moviliza el candidato y sus seguidores más cercanos, pero no se moviliza al pueblo. La caravana simplemente pasa por un lugar, generalmente un barrio marginado donde todo el mundo sale a la calle por cualquier cosa, y “prosigue su agitado curso”.
En tercer lugar, el candidato no tiene que hablar. Pasa como un ídolo de cine, encima de un vehículo, con música ruidosa, y la gente lo ve y vuelve a su normalidad.
Por todas esas razones, y ante la futilidad de nuestra política, tendremos caravanas para rato.