“Dios o no existe o es loco”, dice padre de joven fallecido tras entrenamientos en Academia Naval
El ministro de Defensa ordenó una investigación de la reciente muerte de dos aspirantes
Mariela Mejía
SANTO DOMINGO ESTE. Aproximadamente a las 6:30 de la mañana del lunes 2 de octubre se tomó una fotografía con sus hijos gemelos de 17 años. Luego los llevó a la Academia Naval de la Armada para que comenzaran el entrenamiento, junto a 15 mujeres y 83 varones de nuevo ingreso, para ser guadiamarinas. El miércoles, uno de los gemelos no soportó los ejercicios físicos, su salud se afectó y fue llevado al hospital. El diagnóstico fue “un golpe de calor”. Murió el día 5.
“Eso lo veo como una desgraciada eventualidad de la vida”, afirmó Manuel Rosario, quien indicó a Diario Libre que su hijo fallecido, Christopher Rosario, terminó el bachillerato antes que su gemelo, en Constanza, donde se criaron con su abuela.
“Él no iba a dejarlo solo porque él veía al que está vivo como un niño. Lo esperó un año para entrar juntos (a la Academia)”, recordó.
Según contó, el difunto le decía en vida “flojo” a su gemelo Christian, sin embargo le tocó al otro verlo desmayarse durante las prácticas del 4 de octubre, un día en el que la Oficina Nacional de Meteorología pronosticó una temperatura máxima en Santo Domingo de entre 30 y 33 grados Celsius.
Otro aspirante, Félix García, de 19 años, tampoco aguantó los ejercicios, lo llevaron al hospital y falleció el pasado martes. El diagnóstico fue el mismo: “un golpe de calor”, informó la Armada.
Para entrar a la Academia Naval a los aspirantes a guardiamarinas se les debe hacer una evaluación médica que incluye radiografías, electrocardiograma y ecocardiograma. El portavoz de la Armada de República Dominicana, capitán de navío Augusto Lizardo, indicó que los gemelos y el otro fallecido pasaron las pruebas.
Recordó que en 2010 otro aspirante no resistió los entrenamientos y también falleció. Aseguró que las prácticas que se hacían ese 4 de octubre eran regulares para la adaptación, como marchar, correr, saludar y dar pechadas. Además, que se entrenaban con agua y bebidas energizantes, y que en la Academia se utilizan termómetros digitales que avisan cuando la temperatura sube a un grado en el que no es pertinente entrenarse.
Lizardo informó que el ministro de las Fuerzas Armadas ordenó que una junta investigativa, tanto médica como militar, indague el caso a fondo.
“Le hice un videíto en la morgue de allá”
Al igual que sus hijos, Rosario entró a la Academia en su juventud y se convirtió en guardiamarina. Dejó la milicia cuando era segundo año porque pensaba emigrar a los Estados Unidos pero no lo hizo. Ingresó a la Policía Nacional como raso y también la dejó. Hoy es auditor privado.
“Me llamó un promoción mía de la Academia. Le digo: Dime, ¿qué pasó?”, contó Rosario que ocurrió la mañana del 5 de octubre.
“Me dijo:
? Algo pasó con los mellos.
? Dime qué es, ¿está vivo o está muerto?
? No, murió en el Central (hospital de las Fuerzas Armadas)”.
Con la noticia informada de forma directa, fue al centro médico a ver el cuerpo de su hijo. “Fui el primero que lo vi de mi familia, le hice un videíto en la morgue de allá, vine y le pregunté al hijo mío qué pasó”, dijo. Lloró antes de ir a la morgue y después que salió.
En la entrevista con Diario Libre, Rosario reprodujo el video en el que se ve el cadáver con algunas heridas secas en el rostro: una del Levin que tenía puesto para respirar y otras del golpe que se dio en la barbilla cuando se desmayó. “¡Ay, murió mi bebé!”, se le escuchaba decir con voz llorosa.
Ese video lo compartió en varios grupos de Facebook. “Estoy en muchos grupos, no iba a tener tiempo de hablar con nadie, eso no es nada (...), para que todos lo sepan”, contó en su defensa.
Rosario hablaba con un tono neutro que aparentaba no tener tristeza. Al cuestionarle por qué estaba así, respondió: “Te voy a ser honesto, yo no soy muy creyente, yo no creo en nada, y respeto las creencias de cada quien. Entonces cuando me dicen que eso son cosas de Dios, quizás si un día tú tienes hija, pequeña, yo te puedo hacer dos ejemplos y te darás cuenta de que Dios o no existe o es loco (...) Yo tengo mi fe de que el que murió, murió”.
Aseguró que el gemelo del fallecido sigue motivado en continuar con la preparación para ser guardiamarina. A pesar de la pérdida, Rosario sigue viendo a la Armada de República Dominicana como una institución que garantiza “un futuro honrado”.
Los gemelos eran los mayores de sus 12 hijos.
Mariela Mejía
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