Una carta escrita por Jack el Destripador se vende por 30.300 dólares
Data del 29 de octubre de 1888, once días antes de que Mary Kelly, la supuesta última víctima del criminal, fuese asesinada
LONDRES. Una carta que se cree que fue escrita por el asesino en serie conocido como Jack el Destripador en 1888 se vendió el pasado lunes por 22.000 libras (30.300 dólares) en una casa de subastas de Folkestone (sureste de Inglaterra).
Esta carta data del 29 de octubre de 1888, once días antes de que Mary Kelly, la supuesta última víctima del criminal, fuese asesinada.
“Hay dos mujeres que quiero aquí. Mi cuchillo está en buen estado, es un cuchillo para estudiantes y espero que os guste el riñón. Soy Jack el Destripador”, advierte el escrito, que el asesino envió a una comisaría de Policía en Londres.
Un coleccionista británico se alzó como ganador de la puja, cuyo precio se estimaba entre 600 y 900 libras antes de la subasta (de 826 a 1.239 dólares).
Según Jonathan Riley, responsable de la casa de subastas Grand Auctions, el precio pagado “muestra el interés que existe por Jack el Destripador”.
La carta perteneció a un guardia de la Policía Metropolitana de la capital británica, al que se le entregó como regalo cuando se retiró del cuerpo en 1966.
Su viuda fue quien decidió sacara a subasta ahora la carta presuntamente escrita por el asesino.
En cuanto al contenido de la carta, se cree que el criminal tenía nociones de entrenamiento médico, de ahí que se refiera al cuchillo de estudiantes, por la manera en la que cortaba a las víctimas.
En otra carta que se cree que también escribió el Destripador, conocida como “Letter from Hell” (”Carta desde el infierno”), se asegura que el asesino cocinó uno de los riñones de su víctima y “sabía bien”.
El caso de Jack el Destripador se mantiene como uno de los mayores misterios sin resolver, en tanto que el criminal asesinó a cinco mujeres entre agosto y noviembre de 1888 sin que nunca se haya conocido la identidad del autor de los hechos
Sin embargo hay varias teorías, entre ellas una que apunta a que se trataba de un inmigrante polaco de 23 años y otra que lo identifica como un mercader de algodón de Liverpool.