La nueva fiscal general de Brasil asume el cargo en momento “de depuración”
“Soy consciente de la enorme tarea que tenemos por delante”, declaró Raquel Dodge
BRASILIA. La nueva fiscal general de Brasil, Raquel Dodge, asumió hoy el cargo en un momento que definió como “de depuración” de un sistema político acorralado por escándalos de corrupción, que salpican hasta al presidente del país, Michel Temer.
“Soy consciente de la enorme tarea que tenemos por delante”, declaró Dodge en un acto en el que estuvo flanqueada por el propio Temer, por la presidenta de la Corte Suprema, Carmen Lucia Antunes; y los presidentes del Senado, Eunício Oliveira, y de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, ambos también sospechosos de corrupción.
Dodge hizo alusión a la delicada crisis política que sacude al país debido a los recurrentes escándalos y dijo que si bien “muchos fiscales generales asumieron el cargo en tiempos de paz”, ella lo hace “en medio de fuertes tempestades”.
La nueva fiscal, de 56 años, sustituye en el cargo a Rodrigo Janot, quien durante el mandato que comenzó en 2013 puso en marcha la Operación Lava Jato, que desveló la colosal red de corrupción enquistada en la estatal Petrobras, que ha llevado a prisión a decenas de políticos y grandes empresarios.
En sus últimas dos semanas en el cargo, Janot presentó nuevas y duras acusaciones contra los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff y también contra Temer, a quien ya había acusado de corrupción pasiva.
Esa primera denuncia contra el mandatario fue bloqueada por la Cámara Baja, que por imperativos constitucionales debe avalar la instauración de un juicio de carácter penal contra un presidente en pleno ejercicio del poder.
La semana pasada, en la recta final de su trabajo, Janot formuló nuevos cargos contra Temer, en este caso por supuesta obstrucción de la acción de la justicia y por asociación ilícita, que están ahora en manos del Tribunal Supremo, que debe decidir si remitirá el caso a la Cámara de Diputados.
En su pronunciamiento, Dodge no hizo ninguna referencia al caso del presidente Temer y se limitó a subrayar que “los valores que serán defendidos” en su gestión “son los que están en la Constitución”, entre los que citó las garantías del “debido proceso penal” y la responsabilidad “en la defensa de la democracia”.
En un breve discurso, Temer felicitó a la nueva fiscal general, destacó su compromiso para “mantenerse dentro del más estricto marco legal” y apuntó que “cuando se superan los límites de la ley, hay un abuso de autoridad”.
Precisamente de “abuso de autoridad” Temer ha calificado las últimas acciones del ahora exfiscal Janot, de quien ha dicho que actuó con “imparcialidad” y le acusó “sin pruebas”, sin “respetar el debido proceso” y por una supuesta “enemistad personal”.