Calentamiento global puede limitarse modificando hábitos diarios
LONDRES. El calentamiento global puede limitarse a 1,5 grados centígrados modificando hábitos diarios, como la calefacción de los hogares o la forma en que se viaja, según un estudio publicado el lunes en la revista científica “Nature Energy”.
El análisis fue hecho por el International Institute for Applied Systems Analysis (IIASA, en inglés), una organización de investigación científica multidisciplinaria, con sede en Austria.
Según el estudio, una transformación en la forma en que la gente se mueve, compra y utiliza electrodomésticos puede mejorar el nivel de vida de la población del Sur -para cumplir con los objetivos de desarrollo de la ONU- y, además, mantener el objetivo de 1,5 grados de calentamiento fijado por el Acuerdo de París de 2015.
La mejora del nivel de vida no tiene que estar acompañada por un fuerte incremento en la demanda de energía, sostienen los investigadores.
“Nuestro análisis muestra cómo una gama de nuevas innovaciones tecnológicas, sociales y de comportamiento, combinadas con un fuerte apoyo por una eficiencia energética y un desarrollo de bajo carbono pueden ayudar a revertir la trayectoria histórica del aumento de la demanda de energía”, señaló el autor líder del estudio, Arnulf Grubler.
El equipo de expertos evaluó una variedad de innovaciones que pueden contribuir a reducir el consumo de energía al tiempo que se atienden las necesidades de la población.
Entre los ejemplos, los científicos mencionan el uso de vehículos eléctricos que transporten más personas, lo que ayudará a disminuir el número de automóviles en las carreteras.
Entre otras cosas, proponen un cambio en la alimentación de la población, con menos consumo de carne roja para reducir las emisiones contaminantes de la agroganadería.
“Los cambios en la forma en que nosotros como usuarios finales de energía vivimos, tienen un efecto en la forma en que los productos son fabricados y transportados, y en cómo son construidas las oficinas y centros comerciales”, señaló Grubler.
“Somos nosotros, como usuarios de energía, los que al final definimos la posibilidad de transformar nuestro sistema energético para cumplir con los objetivos climáticos”, agregó.