Ministro de Economía se opone a que modifiquen la Ley de Hidrocarburos
Isidoro Santana dice que antes de ello, se deba garantizar de dónde saldrán esos ingresos
SANTO DOMINGO. El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Isidoro Santana, mostró este martes su oposición a que se modifique la Ley de Hidrocarburos (112-00), tal como han reclamado algunos sectores y para cuyos fines se ha ejecutado un encuentro entre el Gobierno y transportistas.
El funcionario basa su objeción a la iniciativa, la cual aclara que ve “con preocupación” , en que se está dando al “margen de un gran pacto fiscal que garantice la sostenibilidad financiera del Gobierno”.
También plantea que “hasta que se tengan alternativas claras de financiamiento fiscal es mejor no tocar esa fuente de ingresos”. Las declaraciones están en una nota de prensa que envió el ministerio que dirige.
No obstante, Santana reconoció, según el documento, que los impuestos de los combustibles son altos para los estándares regionales de América Latina y que se necesita racionalizar el sistema tributario en el país.
En la nota, dijo que algunos proponen que, en vez de realizar los ajustes semanales tal como establece la Ley de Hidrocarburos, se haga con una periodicidad mayor. “Pero recordemos la historia: antes se pasaban meses y años sin hacer los ajustes, por lo que, cuando terminaban haciéndose, se habían acumulado desfases tan grandes que provocaban conmociones sociales, con muertos y heridos en las calles”, adujo.
“Esa historia de decisiones opacas y discrecionales” terminó con la Ley 112-00, que definió la fórmula para la determinación automática de esos impuestos, dependiendo de las variables que inciden en ellos, observó.
Santana observó que ante las dificultades para lograr un sistema tributario en el que prevalezca la recaudación de impuestos sobre los ingresos y la propiedad, los gobiernos latinoamericanos han optado por altos impuestos indirectos, “porque son de más fácil recaudación”.
Pero ante el escenario en que se reduzcan estos impuestos indirectos, sin implementar medidas compensatorias, el ministro de Economía se preguntó: “¿Qué haríamos para compensar su efecto en las recaudaciones fiscales?, ¿incurrir en más deuda pública?, ¿disminuir servicios o inversiones públicas?, ¿aumentar otros impuestos?”.
Con relación al impacto de las alzas de los precios de los combustibles en los pasajes del transporte de pasajeros, consideró “que la respuesta a la justa demanda popular debe ser el desarrollo de un buen y seguro sistema de transporte colectivo que pueda operar con costos mucho más reducidos y que supere el estado anárquico que impera en la actualidad”.