Fuentes de energía

Como si el declive en los precios de sus productos no fuera suficiente, la industria petrolera enfrenta otro adversario cada vez más determinado a actuar. Aquejado por la sobreoferta de petróleo y un más lento crecimiento de la demanda, el sector tendrá que lidiar con las regulaciones a ser aplicadas a fin de moderar, y eventualmente detener, el crecimiento en la temperatura media del planeta.

El 2015, con su nivel record de calor, no ayudó a los que niegan la existencia de un proceso de cambio climático causado por la acumulación de derivados del carbono en la atmósfera, y los acuerdos alcanzados recientemente en París reflejan un consenso general en ese sentido, con serias implicaciones sobre el sector.

En un informe dado a conocer esta semana acerca de las tendencias de la energía a largo plazo, la compañía Exxon anticipa un incremento en los costos del control de la contaminación, lo que se traduciría en un valor de 80 dólares por tonelada de CO2 emitida. También pronostica que aunque la participación de la energía eólica y solar aumentará desde el actual 4.3% a más del 10% en el 2040, todavía para esa fecha más del 80% de las necesidades energéticas del mundo serán cubiertas con petróleo, carbón y gas natural.

En cuanto a la demanda, Exxon prevé un incremento del 25% desde ahora hasta el 2040.

El reporte señala además que a pesar de los acuerdos, las emisiones de CO2 seguirán creciendo a nivel mundial hasta alrededor del 2030. Ese incremento será causado mayormente por las naciones en vías de desarrollo, pues en los países desarrollados las emisiones declinarán en un 20% para el 2040.

Esas cifras comparten el alto grado de imprecisión de los pronósticos del crecimiento económico a largo plazo.

En nuestro país la decisión de invertir en las plantas de carbón hará subir el peso de esa fuente de energía, en tanto que el futuro de fuentes alternativas renovables permanece incierto.

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Gustavo Volmar