En 3 años Estadio Quisqueya sería remozado; costará 20 millones de dólares
SANTO DOMINGO. El béisbol ha crecido en la República Dominicana. El “Deporte Rey”, pasatiempo de los dominicanos demanda mejores y más cómodas instalaciones, parqueos, mejor vigilancia y más seguridad para quienes asistente a presenciar los partidos entre los equipos tradicionales, Tigres del Licey, Leones del Escogido, Águilas Cibaeñas, Gigantes del Cibao, Estrellas Orientales y Toros del Este.
Con decenas de jugadores establecidos en los equipos de Grandes Ligas, Liga Nacional y Liga Americana, el fanático quisqueyano reclama presenciar partidos de calendario de la Gran Carpa, donde accionen los estelares que integran esos conjuntos, pero las condiciones de los parques locales, no se ajustan a los requerimientos de las autoridades de “Major League Baseball”, (MLB por sus siglas en inglés).
Montar en el país una de las patas del Clásico Mundial de Béisbol, es una aspiración de los dirigentes y el reclamo de la fanaticada.
La remodelación del Estadio Quisqueya-Juan Marichal, hogar de los felinos, Leones del Escogido y Tigres del Licey en Santo Domingo, ha sido planteada en varias ocasiones y ha suscitado diferentes opiniones, algunas que plantean su abandono y la construcción de un nuevo parque, con mejores facilidades de acceso y mayor seguridad.
El ingeniero Garibaldy Bautista, con casi 35 años de profesión, 20 de ellos dedicados a la ingeniería deportiva, es de opinión de que sea remodelado, en lugar de la construcción de un nuevo estadio por asunto de costos. Recordó que donde juegan los Medias Rojas de Boston en la Liga Americana y los Cachorros de Chicago en la Nacional, tienen más de 100 años “y son escenarios de dos de los más tradicionales equipos de Grandes Ligas y para cada torneo son remozados adecuadamente”.
Entiende que el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte no debe ser la opción para la construcción de un nuevo estadio de béisbol profesional, bajo la tesis de que cumpliendo de las normas técnicas, de este instalaciones especialmente la relacionada a orientación, ello implicaría afectar el estadio Olímpico Feliz Sánchez, la pista de calentamiento de atletismo, los dos estadios de sóftbol, los estadios de béisbol, las canchas de tenis y la villa-comedor del Ministerio de Deportes que funcionan en sus inmediaciones.
Recordó que en el 2012, víspera del Clásico Mundial de Béisbol del 2013 fue celebrada una reunión encabezada por James Pierce, vicepresidente del Clásico Mundial de Béisbol, Tim Slavin, Director de Negocios del Sindicato de Peloteros, Osiris Ramírez de MLB en el país, Stanley Javier del Sindicato de Peloteros profesionales, quienes inspeccionaron todas las áreas del Estadio Quisqueya y más adelante conversaron ampliamente con directivos e ingenieros locales e hicieron recomendaciones a los fines de adecuar las instalaciones para recibir la primera pata del evento.
Recordó el ingeniero Bautista que una de las exigencias que externaron esos ejecutivos fue agregar asientos para entre 15 a 18 mil fanáticos, construir dos nuevos club house además de colocar protección acolchada en las verjas. Indicó que en esa ocasión esas autoridades mostraron su aprobación al estado del terreno de juego del parque.
Señaló por las recomendaciones de esos ejecutivos del béisbol, hizo visitas a varios estadios de las Grandes Ligas invitado por ellos, a los fines de observar sus estructuras y crear un proyecto que se acercara a esa realidad. En ese entonces el Turner-Field, estadio de los Bravos de Atlanta, el Progressive-Field de los Indios de Cleveland, el de los Cerveceros de Milwaukee y el de los Marlins de Miami.
3 años para renovar
El ingeniero Bautista elaboró un proyecto de remodelación para ser concluido en tres años, “sin que afecte los torneos de béisbol otoño/invierno de esas épocas”, lo que incluye un área de parqueo suficiente, “utilizando las áreas circundantes que son propiedad de la instalación deportiva”.
El costo de su proyecto ronda en unos 20 millones de dólares y emplearía a 200 obreros, en varias tandas de trabajo.
Sería una estructura ronda con la capacidad requerida por las autoridades del béisbol, con graderías en todas las áreas externas de los jardines, que elevaría de 11 mil a 18 mil fanáticos sentados.
Planteó como innovación un amplio parqueo debajo de las gradas, exclusivo para los jugadores y directivos de los Tigres del Licey y los Leones del Escogido, así como también para los directivos de la liga Dominicana de Béisbol, con túneles que lleven hasta las oficinas y los club-house.
Consideró la remodelación más viable en costo, que la construcción de un nuevo parque y reiteró el tiempo de construido que tienen los estadios Fenway Park de Boston y Wrigley Field de los Cachorros de Chicago.
Se identificó con las declaraciones del presidente de la Liga Dominicana de Béisbol, doctor Vitelio Mejía, quien ha manifestado que se hace necesario una remodelación que conlleve modernizar áreas claves, tales como el “llamado Séptimo Cielo, destruido recientemente por un incendio, elevar la capacidad del parqueo, modernizar baños, adecuar los club-house a las exigencias de grandes ligas entre otras cosas.
Sobre ese particular Bautista indicó que el proyecto que ha elaborado contempla readecuación de “todas las áreas del estadio”, incluyendo servicio de data, área médica, área de dopaje, áreas para los árbitros, áreas de recreación infantil, museos para ambos equipos, restaurant, baños suficientes de acuerdo a norma para la capacidad del estadio y concluye con la creación de un equipo de mantenimiento, responsable por preservar los espacios mejorados.