Trujillo cedió “importantes territorios” a Haití, afirma embajador
William Páez Piantini asegura que “hay un desorden en la colocación de las pirámides, pero no afecta en absoluto la cuestión de la soberanía”
SANTO DOMINGO. El embajador William Páez Piantini afirmó que para poder lograr definir una frontera clara entre Haití y República Dominicana, el gobierno del dictador Rafael Trujillo “tuvo que ceder importantes territorios a los haitianos en las proximidades de Restauración y Elías Piña”.
Al dictar una conferencia titulada “Los orígenes de la frontera dominico-haitiana” auspiciada por el Centro de Análisis para el Desarrollo (CADERD), Páez Piantini dijo que el territorio conocido como La Miel, de cerca de un millón de tareas de tierra, tuvo que ser cedido a Haití para poder continuar con las negociaciones que habían acordado Trujillo y el presidente haitiano de entonces, Stenio Vincent en 1933.
De acuedo a un comunicado, el diplomático señaló que parte del territorio de Balledare también terminó en manos de Haití cuando en realidad pertenecía al municipio de Comendador, provincia Elías Piña.
En la actividad intervino también en la presentación del conferencista Inocencio García, antiguo encargado de la División de Asuntos Haitianos de la Cancillería dominicana.
Al relatar todo el proceso de definición fronteriza, Páez Piantini explicó que el 21 de enero de 1929 se firmó un tratado fronterizo entre Haití y la República Dominicana que fue encargado a los señores José Dolores Alfonseca, Manuel de Jesús Troncoso de la Concha, Ángel Morales que era el representante dominicano en Estados Unidos, Francisco J. Peynado, secretario de la Comisión, José de Jesús Álvarez, que era el jefe de los guardias, y Manuel Arturo Peña Batlle.
Expuso que en virtud del tratado fronterizo, se nombraron comisiones para ir al terreno a marcar la línea divisoria, que estuvo integrada por Peña Batlle y los ingenieros Manuel Salvador Gautier y Miguel A. Cocco.
La colocación de mojones se inició en junio de 1929 y se prolongó durante 18 meses en los que se presentaron cinco dificultades de interpretación, lo que provocó que el 27 de diciembre de 1930 se suspendieran los trabajos antes de terminar.
“Transcurren tres años y en 1933, el representante dominicano en Haití, Moisés García Mella, llama por teléfono a Trujillo y le pide que busque la manera de juntarse con Stenio Vincent y apele al Artículo 33 del Tratado de Amistad de 1864”, manifestó Páez Piantini, lo que a su juicio estuvo motivado en que los exiliados dominicanos estaban cogiendo fuerza en Cabo Haitiano y eso era un peligro para el régimen.
Señaló que ante esa situación, en octubre de 1933 se realiza la reunión entre ambos presidentes en Juana Méndez por la mañana y en Dajabón por la tarde. “Lo que se publica en la prensa es que se trató exclusivamente de buscar continuar los trabajos de definición fronteriza, pero en la reunión en Dajabón se trató el problema de la presencia de los exiliados en Cabo Haitiano”.
Páez Piantini explicó que durante los trabajos se dieron cuenta que había que hacer un protocolo de revisión, que fue firmado en marzo de 1936.
Dijo que en ese proceso hubo necesidad de anular nueve planos de la demarcación fronteriza para complacer a los haitianos que a pesar de que reconocieron que el territorio de La Miel era dominicano, debía cederse a favor de Haití porque estaba habitado por haitianos, las escuelas e iglesias eran haitianas, pero hoy se sabe que allí hay un yacimiento de oro que se extiende hasta Restauración.
“En ese momento le cedimos casi un millón de tareas de tierra a los haitianos”, apuntó Páez Piantini, quien agregó que lo mismo pasó en Comendador, Elías Piña, donde también se cedió el territorio que hoy es Balladere, que era dominicano, lo que da por concluido el trabajo del protocolo de revisión y la línea queda prácticamente definida.
Explicó que la definición del problema de La Miel a favor de Haití fue lo que motivó la construcción de la carretera internacional de 48 kilómetros desde Pedro Santana hasta Restauración, cuyo eje define la frontera entre ambos países.
Páez Piantini señaló que además se acordó colocar 313 pirámides de demarcación, por lo que “desde la desembocadura del río Dajabón hasta la desembocadura del río Pedernales debe haber 313 pirámides”.
“Hay un desorden en la colocación de las pirámides, pero no afecta en absoluto la cuestión de la soberanía, porque lo que están es mal colocadas, pero esa línea la define el río”, afirmó para referirse a la zona de Pedernales y Anse-a Pitre.
Explicó que “la frontera fluvial está compuesta por 172 kilómetros de agua de los ríos Dajabón, Capotillo, Libón, Artibonito, El Carrizal y el Pedernales, que todos están muy contaminados y están sacando material en presencia de todo el mundo”.