Señales de tsunami en calles de pueblos sureños
AZUA. Palmar de Ocoa y Puerto Viejo, en esta provincia, ya cuentan con señales que indican la ruta de evacuación ante un tsunami, pero no son los primeros en el país. En Matancita, Nagua, donde un sismo en 1946 generó un oleaje devastador, se instalaron en el 2010 y la gente las removió.
"Ahí se instaló -en Matancita- hasta un sistema de alarma para que, cuando hubiese la necesidad, esa bocina sonara", recuerda Bolívar Ledesma, directivo de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet). "Todo fue vandalizado; una visión poco atrasada, posiblemente por la falta de educación de la población".
Desde abril de 2013, las ONG Plan Internacional, Habitat y Oxfam se enfrascaron en el proyecto "Alertar, informar e incluir", de prevención y alerta temprana, que incluye educar a la comunidad. Con apoyo de la Onamet, instalaron recientemente en Puerto Viejo 18 señales de evacuación ante tsunami y 33 en Palmar de Ocoa.
El distrito municipal Puerto Viejo cuenta con poco más de 2 mil habitantes. Más del 70 % de los hogares vive en la pobreza y el territorio es propenso a inundarse en épocas lluviosas. Las proyecciones de las autoridades indican que el oleaje de un tsunami producido por un sismo de 8.2 grados Richter, anegaría el pueblo.
Santa Mordán vive a pocos metros de una señal que indica que a 3.41 kilómetros está la zona más segura. Las señalizaciones la tranquilizan, pues aunque no conoce los términos tsunami ni maremoto, tiene vagas nociones de lo que ocasiona un oleaje anormal. "Lo que pienso es que si viene una ola muy fuerte, puede hacer mucho daño", dice.
La tarde del primero de agosto pasado, se realizó un simulacro de tsunami en Puerto Viejo. "Se hizo el llamado de tsunami, la gente de una vez salió", recuerda Esquela Beltré, quien tiene 20 años en el pueblo. "Iban con la bocina y también con pitos. Íbamos dentro de las casas y les decíamos que salgan, que viene un tsunami".