Explosión de caso Odebrecht salpica a la clase política de los principales partidos
SANTO DOMINGO. El escándalo de corrupción generado por los sobornos de la constructora brasileña Odebrecht se ha convertido en la piedra en el camino del segundo gobierno del presidente Danilo Medina y la quinta administración del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
También amenaza con afectar a dirigentes de la última administración del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que hoy pertenecen al opositor Partido Revolucionario Moderno (PRM).
La ola social que ha provocado el hecho de que la empresa brasileña admitiera haber dispuesto de US$92 millones en sobornos para funcionarios dominicanos, sólo es comparable con la que surgió a principios del primer período de Medina, y que tomó como plataforma el Parque Independencia.
Sólo que en la primera ocasión el blanco de ataque lo era el expresidente Leonel Fernández y los casos de corrupción de sus últimos dos períodos.
En una reciente investigación de Diario Libre, se destaca que en los gobiernos del expresidente Leonel Fernández se contrataron nueve proyectos con la firma brasileña; seis han sido en administración del presidente Medina y dos en el gobierno de Mejía.
El trajinar de la controversial empresa brasileña se inició en el año 2002, con la construcción del acueducto de la Línea Noroeste, a cargo del Instituto Nacional de Aguas Potables (Inapa), cuyo director era Roberto Rodríguez, en el gobierno del expresidente Hipólito Mejía.
El exdirector de Inapa y exministro de Obras Públicas en gobiernos del expresidente Leonel Fernández, Víctor Díaz Rúa, firmó siete contratos con Odebrecht.
El actual ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, ha rubricado cinco obras para Odebrecht.
Ahora está en la mira el propio presidente Medina, pues circulan fotos del mandatario en diversos actos junto al empresario Ángel Rondón, quien, según el procurador General de la República, Jean Alain Rodríguez, fue señalado por el gerente local de Odebrecht, Marcelo Hofke, como la persona a la que se le habrían entregado los US$92 millones, como representante comercial de la empresa en el país.
Esta aseveración fue negada por el abogado de Hofke, Robert Valdez, ese mismo día, pero no evitó que se le echara leña a un incendio político.
Rémora continental
El estallido de Odebrecht ha salpicado a varios países de Latinoamérica como Perú, donde el escándalo ha llegado hasta la propia casa de gobierno, pues se tiene el dato de que el representante de la constructora en ese país, Jorge Barata, visitó el palacio de gobierno 16 veces desde la caída del “fujimorato” hasta los inicios del gobierno de Ollanta Humala. Allí, la confesión de sobornos fue de US$29 millones en casi veinte obras valoradas en más de US$12 mil millones.
En el caso de Ecuador, el Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló el supuesto pago de coimas de la brasileña Odebrecht en Ecuador que sobrepasaría los US$33 millones, y el presidente Rafael Correa advirtió que caerían los responsables, pero negándose a que se politice el tema, pues en el ojo del huracán está su vicepresidente Jorge Glas.