“El Gobierno de Venezuela le teme a la gente en la calle”
Jóvenes políticos y dirigentes estudiantiles luchan por su país
SANTO DOMINGO. “El gobierno venezolano le teme a la presión social, le teme a la gente en la calle y eso lo ha demostrado una y otra vez cada vez que nos reprimen, cada vez que nos lanzan bombas, cada vez que matan estudiantes, cada vez que meten preso a jóvenes”.
Así opina José Alves, un joven dirigente estudiantil de la Universidad Metropolitana de Caracas que estuvo en Santo Domingo junto a José Caldera, miembro de la Red de Jóvenes Latinoamericanos por la Democracia y del partido Un Nuevo Tiempo; Luis Martínez, coordinador universitario del partido Voluntad Popular y otros jóvenes con motivo a la 46 asamblea general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
“Somos abiertamente contrarios al gobierno porque nos ha cercenado nuestros derechos, porque está en contra y ha tratado de destruir la educación en nuestro país, no solamente han tratado de cerrar universidades, de violar el derecho de estudios sino que han tenido una política sistemática en contra de la educación venezolana”, enfatiza Alves.
Luis Martínez consideró insólito que la censura gubernamental haya llegado al punto de cercenar el derecho a expresarse por Twitter y que haya presos políticos por expresar una opinión contraria en las redes sociales.
“La universidad venezolana ha sido bastión de lucha y de resistencia y de vanguardia en cuanto a la defensa del país en general porque la universidad ha sido resistente a todos los ataques que ha hecho el gobierno a través del presupuesto”, puntualizó.
José Caldera cuenta con asombro que el salario mínimo en Venezuela solo alcanza para comprar cuatro kilos de carne al mes en el mercado negro, unos doce dólares.
Deplora el hecho de que la gente tenga que pasar por la experiencia denigrante de hacer filas enormes para buscar los pocos alimentos que pueden conseguir para abastecerse.
Los jóvenes dirigentes políticos y estudiantiles aseguran tener muy claro su objetivo, que es la presión social en el país para que el referéndum se haga cuanto antes.